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Científicos aseguran que el temido hombre de las nieves era en realidad un oso

Se hicieron pruebas de ADN practicadas sobre restos de pelo, piel, huesos y excrementos del supuesto monstruo.

Durante años el temible Yeti o también conocido como abominable hombre de las nieves, causó terror en cientos de personas que suplicaban no encontrarse con esta mítica criatura de aspecto humano, gran tamaño y exuberante melena.

Hoy gracias a la ciencia podemos decir que el Yeti ya no tiene por qué asustar a las personas que decidan ir al Himalaya, pero lo que sí se recomienda es que carguen con algún tipo de repelente para osos. Ahora un estudio genético, llevado a cabo por la profesora Charlotte Lindqvist de la Universidad de Búfalo, ha revelado la verdadera identidad del Yeti con base en pruebas orgánicas dejadas por la misteriosa criatura.

La investigación, publicada esta semana en la revista Proceedings of the Royal Society B, ha concluido que las pruebas de ADN practicadas sobre restos de pelo, piel, huesos y excrementos del supuesto monstruo corresponden a tres osos diferentes (el negro asiático, el marrón tibetano y el marrón del Himalaya). El Yeti es en realidad un oso.

«Nuestros hallazgos sugieren de manera sólida cómo los apuntalamientos biológicos de la leyenda del “Yeti” se pueden encontrar en los osos de la zona, y nuestro estudio demuestra que la genética debería poder desentrañar otros misterios similares», indicó Charlotte Lindqvist en la publicación de la investigación.

Hay que saber que las historias de hombres salvajes están presentes en las mitologías y folclores del mundo entero, pero no fue hasta que se iniciaron las expediciones al Himalaya cuando la leyenda del Yeti empezó a hacer eco en los medios occidentales. En una expedición hecha en 1921 por el teniente coronel Howard-Bury, sus miembros contemplaron en las pendientes nevadas unas siluetas a seis mil metros de altura descubriendo así unas descomunales pisadas.

A partir de esa expedición fue que la prensa española escribió el 12 de enero de 1922 una crónica sobre los resultados científicos obtenidos por la expedición, en donde resaltaba el avistamiento del “terrible hombre de las nieves”. El misterio nació y continuó hasta que en 1951 una fotografía, tomada por el alpinista Eric Shipton, avivó la leyenda.

De hecho las huellas han sido precisamente las pruebas más abundantes que se han aportado para demostrar la existencia del Yeti. Sin embargo, hacía falta algo más, alguna prueba más consistente para iniciar un estudio serio sobre el fenómeno.

Hoy ya se sabe que aquella criatura terrorífica sólo se trataba de osos en el Himalaya, algo que deja la duda de si el Monstruo del Lago Ness sólo se trató de unos peces que el imaginario popular transformó en otra leyenda.

Fuente: https://culturacolectiva.com/noticias/verdadero-hombre-de-las-nieves/

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