Emociones

Crianzas tóxicas

Por: Paulina Márquez 

Últimamente está haciendo mucho eco el tema de padres “tóxicos”, este término hace referencia a toda aquella crianza que se tuvo en la que el amor positivo brillaba por su ausencia.

Se habla de crianza tóxica si en el hogar prevalece la violencia física y/o emocional. Recordemos que para que esto se dé, no necesariamente tiene que verse ante los ojos de los demás, basta con esas heridas que se generan en lo más profundo y que no se notan pero calcan el corazón.

La crianza tóxica es una realidad que no podemos cambiar desde la trinchera del solo señalar qué se está haciendo “mal”. Los padres que se identifican como “tóxicos” son aquellos que también vivieron una infancia carente de afecto, reconocimiento y seguridad, y que en su máximo intento dan lo que han creído que es una versión mejorada de su propia historia de vida.

Lo que ellos  y muchos de nosotros (haciendo énfasis en los que critican especialmente) no saben, es que esas heridas que se originaron en su infancia son tan reales, tan presentes y necesitan tanto ser sanadas, que cuando viven algo similar con sus propios hijos se activa esa particular “reacción emocional”  haciéndole actuar desde lo más visceral repitiendo la historia.

Es común escuchar en consulta a los padres que expresan querer hacer las cosas un tanto “diferentes” con sus hijos, pues anhelan que éstos no vivan las carencias que ellos vivieron. Sin embargo el resultado viene siendo el mismo en aquellos padres que no han sanado sus heridas emocionales pues finalmente tienen hijos con bienes materiales pero con carencias emocionales. No se puede sustituir el amor con juguetes, ni tampoco se pueden sanar golpes con videojuegos y, menos se puede educar a niños con amor a cambio de ropa y viajes.

Veamos lo siguiente, contesta sinceramente las siguientes preguntas: tus padres ¿te decían o hacían sentir que eras malo o que no valías nada?, ¿te insultaban?, ¿te criticaban constantemente?, ¿utilizaron la fuerza física para disciplinarte?, ¿estaban realmente deprimidos o no disponibles a causa de dificultades emocionales o por una enfermedad física o mental?,  ¿tuviste que ocuparte de tus padres a causa de sus problemas?, tus padres ¿te hicieron alguna cosa que tuviste que guardar en secreto?, ¿fuiste acosad@ sexualmente en alguna forma?, ¿tienes temor de expresar tu ira a tus padres?

Si has respondido “sí” a alguna de ellas, viviste cierto grado de toxicidad en tu crianza. Considero que por nuestra cultura, una cultura dura y rígida en su momento, muchos mexicanos tenemos cierto grado de toxicidad en nuestra historia, sin embargo los tiempos han cambiado y hoy se sabe y se defiende el derecho a ser educados y de vivir desde y hacia el amor mismo, solo que algo presente debemos de tener siempre: para vivir desde y hacia el amor, es necesario sanar las heridas emocionales que todos tenemos, sobretodo si hay hijos de por medio. No podemos sanar a nuestros niños si no hemos consolado, amado y hemos hecho sentir seguro(a) a nuestro niño interior.

marzo

Paulina Márquez

Psicóloga

Paulinamarquez.com

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