Salud

Cuál es la importancia de escoger la silla adecuada para trabajar.

El trabajo en el ordenador es uno de los más modernos y extendidos del mundo. Si bien tiene entre sus ventajas la posibilidad de poder desplazarnos fácilmente y encontrar, entre los cientos de programas, herramientas adecuadas a lo que necesitamos hacer; nos ha hecho cambiar por completo la rutina de trabajo.

Podemos pasar más de ocho horas sentados frente al ordenador, incluso a menudo comiendo junto a él si es hay alguna tarea que nos urge. Pero, al final del día, no solo los ojos sienten el cansancio. ¿A qué persona que trabaja de esta manera no le ha sucedido alguna vez que le doliesen también los hombros, el cuello, la lumbar o la espalda en general? Contracturas, tensiones y rigidez son algunas de las consecuencias que empiezan a sentirse con el paso del tiempo.

Pero con un solo cambio puedes revertir esto, y cuidar la salud de tu espalda. ¿Te has puesto a pensar si la silla en la que estás sentado es realmente la adecuada para ti? Como cualquier otra herramienta de trabajo, la silla es fundamental para que puedas trabajar cómodo, sin que tu columna se vea perjudicada con el tiempo.

En esta nota podrás conocer todo lo que tienes que hacer para tomar la mejor decisión, de la mano del asesoramiento de Grupo A2, un grupo de empresas social y ecológicamente responsables que trabajan en el diseño, fabricación y comercialización de productos para la solución de espacios funcionales.

¿Cuáles son las consecuencias de usar una silla inadecuada para trabajar?

Aunque una silla en sí misma no produce lesiones de forma directa, puede provocar una mala postura que con el paso del tiempo, y el uso diario y prolongado, puede derivar en otras complicaciones:

Puedes padecer lesiones dorso-lumbares, traumatismos, lesiones músculo-esqueléticas.
Puede generarte una reducción de la circulación sanguínea, en especial, en la parte inferior del cuerpo.
La postura no natural de la espina dorsal sobre la silla puede provocarte también pequeños desgarros musculares.
Dolor de espalda, de lumbar, de cuello y, por ende, también puede generar migrañas o dolores de cabeza relacionadas.
Puede causar alargamiento y desgarre de músculos y ligamentos.
Puede generar demasiada carga sobre los discos debido al peso.

¿Cómo sé si la silla que elijo es la más adecuada?

Escoger una buena silla, no es un gasto, sino una inversión para la salud, la comodidad, y el buen humor. En primer lugar, lo más importante es buscar una pieza de calidad, ya que una mala silla además de resultar muy incómoda puede comprometer tu salud. Por eso, en la elección es preciso que tengas en cuenta algunos criterios de ergonomía, que es el estudio de datos biológicos y tecnológicos aplicados a problemas de mutua adaptación entre el hombre y la máquina.

Para esto, Grupo A2 recomienda tener en cuenta:

Asiento: conviene que sea regulable y permita modificar su colocación respecto al respaldo. En cuanto al tamaño, debe ser lo suficientemente ancho como para que puedas sentarte holgadamente en la parte central y tengas espacio a tu alrededor. La parte delantera del asiento debe estar inclinada hacia abajo para que no oprima la parte posterior de las rodillas ni dificulte la circulación de las piernas, y la profundidad del asiento no debe dificultar la utilización del respaldo.
Respaldo: debe ajustarse a la espalda y ofrecer un apoyo en la zona lumbar. Es aconsejable que sea regulable en inclinación y que se pueda modificarse su firmeza y la fijación o movilidad. La altura también debe ser regulable y tener una longitud suficiente para, al menos, toda la espalda.
Apoyabrazos: deben permitir al usuario mantener una postura cómoda, con los brazos formando un ángulo de 90 grados y sirviendo de apoyo en los codos y antebrazos. También son útiles para facilitar la incorporación y deben ser resistentes. En ningún caso deberían oprimir las caderas ni impedir que puedas colocarte junto a la mesa o adoptar la postura que quieras.
Base: las ruedas en la base permiten una mayor comodidad para que puedas cambiar de postura o desplazarte. La base debe tener 5 puntos de apoyo o ser estable.
Tapizado: debe ser transpirable y estar diseñado para soportar el uso continuado. También es aconsejable elegir un color y material que se pueda limpiar fácilmente. Es conveniente contar con un tapiz de un tejido que permita el paso de humedad, evite el calor y sea fácil de mantener limpio. Generalmente se usan telas de algodón, aunque acumulan polvo y son mas difíciles de limpiar que otras opciones. El tevinil y demás telas sintéticas, en cambio, son fácil de limpiar, pero acumulan la humedad y pueden causar calor. Es cuestión de pensar bien y elegir la mejor alternativa para su caso particular.
Aquí puedes conocer, además, distintos modelos y diseños; seguro encontrarás justo el que estabas buscando.

Posturas: qué sí y que no

Si pasas sentado mucho tiempo frente al ordenador, procura: tener el monitor a una altura incorrecta, poner el ratón muy lejos de ti (ya que tendrás que curvar la espalda para tomarlo), no dejar tu espalda sin apoyar, girar el cuello para mirar la pantalla, cruzar las piernas o estirarlas, que el ángulo del teclado sea el adecuado para las muñecas.

Por el contrario, si quieres sentarte bien ten en cuenta:

Ubicar la cabeza y el cuello en una posición recta; con los hombros relajados.
Colocar los antebrazos a un ángulo de 90° o un poco más abiertos; y los codos pegados al cuerpo.
El muslo y la espalda deberían formar un ángulo de 90°.
Los pies deberían estar pegados al suelo.
Ubicar el ratón cerca del teclado.
Colocar el borde superior del monitor al nivel de los ojos.
Además de esto, el escritorio debe tener una buena altura y el lugar en la oficina ojalá tenga una buena iluminación.

Fuente: http://www.labioguia.com/notas/cual-es-la-importancia-de-escoger-la-silla-adecuada-para-trabajar

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