Cultura

¿Qué es el arte urbano?

Por naturaleza, el arte urbano tiende a ser disidente, rebelde y opuesto a posturas capitalistas y de grandes corporaciones.

El museo hoy también se llama calle. Los lienzos son de concreto y la extensión puede ser la de un edificio entero.

La esencia del arte urbano no es sólo intervenir un espacio público sino que la obra tenga un mensaje (político, social, cultural, racial, moral, filosófico) de mucha fuerza capaz de remover conciencias al atacar una situación de índole pública como pueden ser las minorías raciales, enfermedades, pobreza, tendencias sexuales y más desde una visión radical o satírica.

Por naturaleza, el arte urbano tiende a ser disidente, rebelde y opuesto a posturas capitalistas y de grandes corporaciones. Es por ello que sus mensajes subversivos muchas veces atacan o ridiculizan a gobiernos o corporaciones que son opresoras o perjudican a la sociedad y el medio ambiente. Banksy es uno de los artistas que mejor representan el alma de lo urbano; su obra ya es célebre en el mundo entero pero se mantiene en la clandestinidad (nadie sabe quién o qué es este artista inglés ni cómo ha logrado mantener su anonimato).

Los artistas que se inspiran en la ciudad o que toman los espacios de la misma para la creación de una obra, haciendo intervenciones en cualquier elemento o lugar que les sirva para sus propósitos y creándose un nombre que goce de prestigio entre el círculo de exponentes y críticos, son los que se ganan la definición de artistas urbanos. Algunos de ellos crean al margen de la ley, ejecutando murales o graffitis de manera ilegal sin el permiso de las autoridades o los dueños de los espacios, aunque esto no es siempre así. El también llamado por algunos street art encontró en el graffiti una de sus primeras manifestaciones aunque en la actualidad se ha expandido a otras técnicas o disciplinas.

Retomar las calles para intervenirlas y con ello lograr que el mensaje del artista alcance al mayor número de personas quizá sea la razón principal de que un artista haga de las calles su vitrina. Las calles y avenidas concurridas suelen ser las preferidas de los artistas urbanos con la finalidad de impresionar con sus mensajes y ejecución a los transeúntes. La adaptación de un espacio físico es uno de los grandes retos de los artistas urbanos, quienes no sólo muestran una postura hacia determinado tema sino una imaginación de grandes alcances al usar las formas de un objeto como parte funcional de su pieza.

Los exponentes del arte urbano por lo regular no pertenecen a las altas esferas del arte; todo lo contrario: su carácter rebelde e independiente viene precedido de una vida en la calle, de una preparación por lo general autodidacta y una lucha permanente por hallar espacios para desarrollar su obra, aunque esto no significa que no existan casos de artistas que dieron el salto a las ligas mayores del arte. Véase el ejemplo de Basquiat, quien después de empezar su trayectoria en el campo del graffiti dio el salto a las grandes galerías de Nueva York y Europa con una obra pictórica con la que comenzó a cotizarse y se adentró en el mundo de la alta cultura.

Otro ejemplo es el de Nich Walker, quien realizó graffitis por encargo para el cineasta Stanley Kubrick usados en la filmación de su cinta Eyes Wide Shut. Otro notable ejemplo de artistas callejeros que gozan de un alto prestigio en la actualidad son Jasmin Siddiqui (Hera) y Falk Lehmann (Akut), quienes conforman el dúo alemán Herakut, reconocido por sus graffitis que denuncian injusticias sociales.

Aerosoles, plantillas, técnicas como el dripping, pegotes, lienzos, collage son algunas de las técnicas que el arte urbano tiene para su manifestación. Sus detractores hablan de vandalismo mientras que sus creadores y admiradores hablan de derecho a expresarse y la adaptación del espacio público para usarlo como proclama social y, en ocasiones, como mejora visual. Un trasfondo ideológico de peso, además de una depurada técnica, es lo que hará la diferencia entre el buen arte y aquel que en efecto puede ser sólo una causa de contaminación visual sin sentido.

El artista urbano tiene el privilegio de actuar con la libertad que le otorga el espacio y la rebeldía de su espíritu para denunciar. Mientras otros se encierran en su estudio para crear un lienzo, ellos eligen lo que la calle les ofrece: van a ella en busca del sitio más adecuado para escupir al mundo lo que está mal, lo que la política le está robando a la ciudadanía, lo que la moral quiere dictar como correcto e incorrecto.

Todo es válido para mofarse de las tiranías y celebrar la libertad de expresión: una puerta, una ventana, un tubo, una columna, un bote de basura, un detalle en alguna pared que lleve a adaptarlo como algo digno de transformarse. La ciudad, con todo su salvajismo y dinamismo, es el campo de acción del artista urbano, aquel que no necesita la aprobación de nadie más que de su propio instinto para vomitar lo que a muchos les incomoda.

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