Ecología

¿Seremos testigos de la extinción de los osos polares?

Los osos polares están siendo amenazados por el cambio climático y la alteración de su hábitat.

Cierra los ojos e imagina por un momento que estás solo en el Ártico. Kilómetros cuadrados de nieve y hielo son lo único que encuentras a tu alrededor. Después de un rato comienzas a caminar. Te das cuenta de que en algún momento necesitarás comer algo. Sin embargo, no hay algún restaurante cerca, ni un puesto de tacos, ni siquiera hablemos de alguna planta comestible. Así que no queda más que caminar, caminar y caminar. Ahora pongamos un detalle más a la situación: imagina que tu masa corporal es de 450 kg. El hambre seguramente será mayor. Y lo peor es que después de cinco días, aún no has encontrado nada para comer. Y si te dijeran que necesitas comer el equivalente a 12 mil calorías por día para sobrevivir, ¿qué pensarías? Seguramente un ataque de miedo o pánico se apoderaría de ti, y tal vez sería mayor si te dijeran que eso es el equivalente a comer 220 hamburguesas en un periodo de 10 a 12 días. Pues bien, esta es la situación que enfrenta un oso polar de manera natural para sobrevivir.

Hace unas semanas se hizo viral la noticia y un video que mostraban a un oso polar (Ursus maritimus) en un estado de desnutrición severo, en una región donde regularmente no debería estar —en el norte de Canadá. Todo terminó con el oso perdiendo la vida de manera trágica. Después de días de discusión, se concluyó que el cambio climático fue la causa del fatídico destino que pueden estar enfrentando los aproximadamente 25 mil osos polares existentes actualmente. Pero, ¿es eso cierto?

Los osos polares son animales que habitan en el Ártico, una región que comprende principalmente cinco países: Estados Unidos, Rusia, Dinamarca, Noruega y Canadá. Estos carnívoros se caracterizan por su gran tamaño, en promedio los machos puede tener una masa de 500 kg y las hembras entre 250 y 300 kg; además, se caracterizan por la ausencia de pigmentación en su cuerpo. Se alimentan principalmente de focas y han evolucionado para poder sobrevivir largos periodos de tiempo en estado de ayuno. El ejemplo claro de ello es su método de reproducción. Después de la fecundación de un óvulo, las hembras pasan cuatro meses en constante alimentación para aumentar su masa corporal, y el óvulo fecundado permanece en un estado de latencia durante este tiempo. Luego, la caza de focas cesa y entonces las hembras cavan un refugio en la nieve o en el permafrost del Ártico, donde durante ocho meses la hembra permanece refugiada, las crías nacen y se alimentan de la leche de la madre. Al nacer, las crías tienen una masa de 700 a 800 gramos aproximadamente, y aumentan su peso hasta 10 o 15 kg cuando salen del refugio. Todo este tiempo, la hembra se mantiene a sí misma, y a sus crías, únicamente con la grasa corporal acumulada durante el verano.

Pero entonces: si los osos polares logran sobrevivir tanto tiempo en ayuno, ¿por qué el oso polar observado en Canadá causó tanta conmoción? Estudios recientes han indicado dos cosas. La primera y bastante clara para todos es que el planeta está sufriendo un cambio climático. El aumento en la temperatura del ambiente ha modificado el comportamiento del ciclo congelación/deshielo del Ártico. Por lo tanto, las fases del ciclo de vida de todas las especies implicadas se están alterando. Para los osos polares, esto se traduce en un mayor deshielo del Ártico, lo cual provoca que caminen mayores distancias en búsqueda de alimento o de un refugio; esto a su vez afecta la supervivencia de los mismos al modificar los ciclos de reproducción, así que llevan al límite la capacidad de ayuno que han desarrollado. Por ello, los científicos argumentan que el estado lamentable del oso observado en Canadá hace unas semanas se debió a que tuvo que caminar una mayor distancia en búsqueda de alimento.

La segunda idea que se ha generado es que los osos polares necesitan más cantidad de alimento para sobrevivir de lo que se pensaba. Un equipo de investigadores de la universidad de California en Santa Cruz, así como de Alaska, emprendieron un estudio en el que colocaron localizadores GPS a nueve animales —osos hembras— para rastrearlos; además de tomar muestras de sangre en distintos momentos para analizar su metabolismo. Los resultados indicaron que, contrario a lo que se creía, los animales necesitan comer al menos una foca cada 10 ó 12 días, el equivalente a 12 mil calorías diarias en ese tiempo. Por otro lado, la cantidad de energía que gastan al caminar es mayor de la que se esperaba, incluso mayor comparada con otros animales de su tamaño.

En la actualidad, el oso polar se ha clasificado como una especie amenazada en la fase “vulnerable”. Existen grupos que han empezado campañas de divulgación y protección de los osos polares. Algunos científicos consideran que el oso polar es aún más importante, porque puede manejarse como un indicador de la vida marítima en el Ártico. A pesar de todo esto, hay quienes se oponen a creer que los osos polares se encuentran en peligro y que la población de osos en el mundo no ha disminuido. Pero es innegable que no sólo los osos polares, sino una vasta cantidad de especies animales se encuentran actualmente amenazados por la sobreexplotación de los recursos naturales, el cambio climático evidente y el aumento de la población humana.

Hacer conciencia de la conservación y protección del medio ambiente es una tarea obligada para cada ser humano del planeta. ¿Qué puede pasar si no hacemos esto? Como en otras cinco ocasiones en la historia del planeta, y como a otras especies que lo sobre poblaron, lo único que queda por delante es la extinción de la especie.

Si quieres saber un poco más acerca de los osos polares y su conservación, te recomendamos visitar el sitio polarbearsinternational.org, una asociación dedicada a la protección y cuidado de los osos polares. La organización recibe donaciones y adopciones simbólicas de osos polares cachorro. Incluso cuenta con un rastreador de osos polares seleccionados y protegidos, con los cuales puedes saber su localización y seguirlos en el Ártico en tiempo casi real —casi real porque hay un retraso intencional de un día en su localización, para evitar su captura clandestina.

Fuente: https://culturacolectiva.com/tecnologia/testigos-de-la-extincion-de-los-oso-polares/

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