Finanzas

Arma tu fondo de emergencia: Que los imprevistos no terminen con tus ahorros

Fotografía de Revista Avante.

Un fondo de emergencia es una reserva de dinero que se destina a situaciones inesperadas que pueden rebasarte económicamente. Se recomienda tener uno para no endeudarte ni desequilibrar tu estabilidad o la de tu familia.

Para iniciar, puedes hacer un presupuesto mensual para saber de cuánto dinero puedes disponer para tu fondo. Esto es algo diferente a un ahorro, así que es importante que separes ambos montos cada mes.

La idea es que cubra de tres a seis meses de tus gastos fijos, aunque todo depende de si vives solo, en pareja, si ambos trabajan, si hay más miembros que integren el hogar, entre otros factores.

Una de las medidas básicas de protección contra los gastos inesperados más frecuentes es la compra de una póliza de seguro, sea médico, para automóvil, contra robo, etc., el cual mediante una cuota mensual o anual te da la atención necesaria en caso de un accidente o imprevisto; lo mejor es que existen opciones para todos los presupuestos.

Empezar un fondo de emergencia sirve para tomar constancia y responsabilidad del ahorro, pero también de disfrutar lo que tienes o vas a tener, sin miedo a lo que pasará mañana.

Recomendaciones

1.- Analiza dónde guardarlo: Puede ser en una cuenta de banco donde tengas disponibilidad inmediata.

2.- Establece reglas de uso: Delimita qué sería para ti una emergencia o gasto inesperado; deberás ser muy específico para evitar gastarlo en algo que no sea verdaderamente urgente.

3.- Enfócate en una meta: Define la cantidad que buscas ahorrar en un periodo determinado. Si lo logras, esto te motivará para alcanzar una cantidad mayor.

4.- Reduce gastos: Evita caer en los gastos hormiga o recurre a opciones más económicas, para destinar lo ahorrado a tu fondo de emergencia.

6.- Ten disciplina: No sabotees tu objetivo ni tu futuro gastando impulsivamente.

7.- Lleva un presupuesto por escrito: Con esto podrás tener una idea de cómo usas tus ingresos y a dónde se destinan, para hacer los ajustes y así distribuirlos mejor al fondo.

Con información de la Revista del Consumidor.

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