Por Leslie Gastélum
El modo óptimo para aprovechar la gran cantidad de nutrientes es consumiendo los duraznos frescos, con piel y sin cocinar.
El durazno pertenece a la familia de las rosáceas, su cáscara es muy suave, parece piel con vellos, su pulpa es dulce y jugosa.
El durazno contiene:
– Vitaminas del complejo B y C.
– Potasio: actúa sobre la función cardíaca y los tejidos musculares, previene la fatiga muscular y alienta el buen funcionamiento del sistema nervioso central.
– Fotoquímicas: luteíana (revierte el daño producido por estrés y reduce el daño en la vista producido por la edad), zeaxantina y betacarotenos (previene enfermedades oculares).
– Vitamina A: estimula el sistema inmune, protege el sistema reproductivo y protege la visión.
– Sodio
– Fósforo: es esencial para la salud de huesos y dientes, ya que el fósforo ayuda a la efectividad del calcio en la formación ósea.
– Ácidos: nicotínico, pantoténico, málico y citríco.
El ácido nicotínico (vit B3) aporta buen funcionamiento de la piel, sistema nervioso y digestivo. El ácido málico activa la energía corporal siendo bueno para la fatiga crónica. El ácido pantoténico (vit B5) proporciona bienestar para la salud regenerando la piel y las uñas.
El durazno ayuda a:
– ADELGAZAR: debido a que te aportara una mínima cantidad de calorías.
– ANEMIA: por su contenido de hierro es recomendable para personas con anemia y falta de apetito. Está considerado como un estimulante digestivo y excelente colagogo (facilita la expulsión de la bilis).
– ANTIOXIDANTE: Sus vitaminas inhiben la acción de los radicales libres y protege el organismo del envejecimiento, previene ciertos tipos de cáncer y disminuye el riesgo de desarrollo de enfermedades crónicas y degenerativas.
– CÁNCER: por su potencia antioxidante.
– COLESTEROL: disminuye los niveles de colesterol nocivo ya que la pectina que contiene, actúa absorbiendo los jugos segregados por el hígado y la vesícula mientras hacemos la digestión. Estos jugos se forman a partir de las reservas de colesterol del cuerpo, de manera que si la pectina los absorbe el organismo tendrá que generar más y las reservas disminuirán.
– DIABETES: ayuda a controlar el sistema de azúcar en sangre.
– ESTREÑIMIENTO: por su alto contenido en fibra, estimula el movimiento intestinal y evita el estreñimiento.
– ESTÓMAGO: protege el estómago ayudando a la secreción de jugos digestivos.
– ESTRÉS: con las hojas y flores del durazno se puede preparar té o infusiones curativas, ya que mientras las primeras son diuréticas las segundas son laxantes.
– PIEL: ayuda a hidratar la piel y reconstituir los tejidos.
– RIÑONES: posee propiedades diuréticas, aconsejan consumir su pulpa a personas que necesitan activar su función de riñones, o simplemente a quienes desean depurar su organismo y eliminar toxinas. Activa la función renal y favorece a la disolución de las piedras en el riñón.
– SISTEMA CARDIOVASCULAR: neutraliza los radicales libres, regula la tensión arterial, disminuye los niveles de colesterol en sangre.
– SISTEMA INMUNOLÓGICO.
– SISTEMA NERVIOSO: por el contenido de fósforo que es fundamental para el y el cerebro y el magnesio que contribuye a prevenir los estados de cansancio, ansiedad y estrés.
– SISTEMA ÓSEO: por el contenido de calcio, recomendado para prevenir el deterioro del sistema óseo en la menopausia.
– SISTEMA RESPIRATORIO: aporta vitamina C que ayuda a aprovechar mejor el hierro, previene enfermedades respiratorias y problemas de cicatrización.
– Mantiene una buena condición VISUAL y DENTAL, y sana CALAMBRES o FATIGA MUSCULAR.
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