¿Cómo enfrentar una problemática familiar por consumo de alcohol o drogas?
Ciudad de México. 14 de julio de 2016 (Agencia Informativa Conacyt).- Guillermina Natera Rey, directora del Departamento de Investigaciones Epidemiológicas y Psicosociales del Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz (INPRFM), trabaja desde 1980 en múltiples investigaciones relacionadas con las adicciones, la familia, la violencia de pareja en contextos rurales, indígenas y urbanos.
Resultado de sus investigaciones ha desarrollado manuales de intervención para abordar el tema de adicciones y familia, cuya finalidad es brindar, intervenir y apoyar a las familias que hacen frente a una problemática de consumo de alcohol o drogas de alguno de sus miembros.
En este contexto, desde hace aproximadamente 10 años, el INPRFM lleva a cabo cursos para formar especialistas en el tema y puedan aplicar este conocimiento en ámbitos comunitarios.
En entrevista, la especialista miembro nivel III del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) explica sobre el trabajo de investigación que realiza en el INPRFM y en qué consiste el manual de intervención diseñado en este instituto.
Agencia Informativa Conacyt (AIC): ¿Cómo aborda el Departamento de Investigaciones Epidemiológicas y Psicosociales el concepto familia y adicciones?
Guillermina Natera Rey (GNR): Desde hace mucho tiempo estamos abocados a realizar investigación para la prevención, es decir, enseñar a los familiares cómo atender y dar normas disciplinarias a sus hijos, cómo evitar la violencia y una serie de situaciones que no saben cómo abordar.
En esta línea se ha hecho investigación para detectar cuáles son las formas de relación entre padres e hijos, proponemos modelos de intervención que puedan ayudarlos a tomar las mejores decisiones para la educación de sus hijos.
La otra gran línea de investigación pretende ayudar al familiar a convivir con algún miembro usuario o consumidor de alcohol y drogas que por alguna circunstancia toma en exceso y, por lo tanto, la familia se ve afectada.
En México somos solidarios y colectivistas, existe la tendencia de apoyar, por todos los medios posibles, a la persona con una problemática; la familia mexicana siempre trata de volcarse hacia la persona que tiene el problema y desgraciadamente se olvida de sí misma.
AIC: ¿Es la familia la responsable del consumo de alcohol de uno de sus miembros o es también víctima?
GNR: En las zonas urbanas nos dimos cuenta que la familia, a pesar de ensayar todas las formas posibles para enfrentar el problema, no sabe cómo enfrentarlo y como consecuencia el familiar sufre depresión, estrés, ansiedad, incertidumbre. Muchas veces la familia es víctima de esta situación.
Los familiares saben que han hecho todo por solucionar el problema pero, finalmente, se sienten derrotados, sienten que es imposible. Cuando nos dimos cuenta que esta es una forma de responder muy típica en las familias mexicanas, decidimos enseñarles que hay otra forma de enfrentar la situación, desarrollamos un manual de intervención breve para brindar apoyo a los familiares.
AIC: ¿En qué consiste este manual de intervención y a quién va dirigido?
GNR: En el instituto, lo que hacemos es diseñar modelos de intervención para que otros los apliquen. (El manual) está orientado para formar y capacitar a personal del sector salud con la idea de ayudar a los familiares.
Es un modelo de intervención breve que puede llevarse a cabo en cuatro o seis sesiones. Permite al orientador —psiquiatra, médico, psicólogo, trabajador social, etcétera— explorar las preocupaciones del familiar.
El orientador debe dar la información necesaria al familiar que pide ayuda acerca de los efectos del consumo de alcohol para aclarar dudas y reducir su estrés. El modelo también permite reflexionar las formas de enfrentamiento que se han utilizado y analiza las acciones que los familiares adoptan en respuesta al consumo del alcohol.
Este programa pretende que el familiar piense en el problema de otra manera y explore nuevas formas de enfrentarlo.
AIC: ¿El modelo del que habla ya se ha aplicado en alguna región?
GNR: Tuvimos la oportunidad de aplicar el modelo en una comunidad indígena del estado de Hidalgo. Cuando entrevistamos a las mujeres, notamos que sus principales problemas de salud tenían relación con los conflictos ocasionados por el uso excesivo del alcohol en la familia.
El estudio fue de cinco sesiones para cada una de las participantes, hicimos pruebas de salud física y mental, antes y después de la intervención.
Un año después las evaluamos y observamos bajos niveles de depresión, con formas de enfrentamiento de la situación mucho más saludables; además, la sintomatología física y psicológica había disminuido considerablemente. Observamos que estas mujeres adaptaron sus decisiones de una manera mucho más benéfica para su salud, apegadas a su forma de vivir y sobrevivir, aun con todas sus carencias económicas.
Al comparar los resultados con otro grupo de mujeres que no asistieron al tratamiento, pero que nos ayudaron a responder los instrumentos que se aplicaron en la investigación, notamos que sus síntomas depresivos habían aumentado, así como sus malestares psicológicos y físicos.
Este estudio aplicado en zonas indígenas nos ha motivado. Sentimos que es un modelo que funciona y debe divulgarse con mayor avidez.
AIC: Se sabe que en México la dependencia al consumo del alcohol es más elevada en las comunidades rurales e indígenas que en las urbanas, ¿existen programas para poblaciones rurales y urbanas enfocados?
GNR: Los índices de consumo de alcohol en estas regiones no solo son distintos, también son diferentes concepciones culturales y tradicionales. Es importante que se aplique en todos los ámbitos. Lo maravilloso de este manual es que la primera etapa trata de escuchar a la persona para identificar la problemática y saber qué ha hecho e informarlo para que valore las ventajas y desventajas que ha tenido al enfrentar la situación, este último punto es el corazón del modelo.
La sensibilidad del orientador debe ayudar al familiar a aclarar sus ideas para que pueda tomar mejores decisiones conforme conoce su problema.
El programa tiene la flexibilidad de hacer un plan familiar para hablar sobre cómo enfrentar la situación, los niños pueden ayudar mucho a los padres a tomar conciencia. Lo más interesante es que no utilizamos el concepto de codependencia, para no asignarle un rol de paciente al familiar afectado, es como responsabilizarlo, sino hacerle entender que también tiene un problema.
AIC: ¿Cómo capacitarse en este modelo?
GNR: Próximamente, el 22 de agosto inicia un curso en línea y termina el 7 de octubre. El objetivo es formar orientadores para intervenir y apoyar a las familias que hacen frente a una problemática de consumo de alcohol o drogas de alguno de sus miembros. Está dirigido a profesionales que trabajan en atención primaria a la salud y en educación para la salud y que laboran en los ámbitos comunitarios.
Las personas que van a entrenarse en este modelo deben estar realmente preocupadas por ayudar al familiar.
Un trabajo de Carmen Baéz publicado en www.conacytprensa.com.mx