Decoración

¿Conoces las villas navideñas? Aquí su historia y cómo coleccionarlas

Fotografía de Revista Avante.

Quizás ya hayas visto las tradicionales villas navideñas, sea disponibles en las tiendas para adquirirlas o ya instaladas, decorando cualquier espacio; se trata de representaciones de pueblos en los que se vive la alegría y paz de la Navidad.

Esta costumbre inició a finales del siglo XVIII, gracias a la Hermandad de Moravia, iglesia evangélica preluterana más antigua de Europa y situada en lo que hoy es República Checa, quienes se inspiraron en la idea del pesebre para incorporar figuras modernas, las cuales se enfocaron en recrear el estilo de vida de los pueblos que representaban y no en el Nacimiento.

Inicialmente, las casas y demás elementos estaban hechos de papel y cartón, con un agujero en la parte de atrás para colocar las luces, pero alrededor de 1970, los adornos de cerámica aparecieron y las villas navideñas empezaron a ganar popularidad alrededor del mundo.

Actualmente, y lo emocionante de coleccionar estos adornos, es que año con año podemos ir añadiendo nuevas piezas al pueblito, haciéndolo más grande y buscando contar la historia que deseemos a través de ella.

¿Cómo puedo crear mi villita navideña?

Lo primero que hay que tomar en cuenta es el material y estilo que queremos tener en nuestras piezas. Puedes comprarlas directamente en cualquier establecimiento, o bien, crear cada pieza junto a tu familia, lo cual lo hará más especial.

También puedes agregar elementos extra a los ‘edificios’, como un tren, rueda de la fortuna, carrusel, arbolito de navidad, etc., que le den un toque diferente a tu pueblito. Asimismo, se añaden seres como humanos, animales y árboles, lo cual es una parte divertida que crea toda la escena de la ciudad.

Usualmente estas villitas tienen nieve, aunque ahora no hay límites a la hora de crear tu villita navideña, pues todo depende del estilo y temática que quieras implementar.

Una vez que pase la temporada navideña, hay que recordar que debes guardar todo con mucho cuidado, en contenedores de plástico y envolviendo cada pieza en plástico de burbuja, para evitar accidentes y que las piezas se dañen.

Con información de Santini.

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