Desechar y reciclar las pilas correctamente para evitar contaminación por sustancias tóxicas
Aunque existen muchos tipos de pilas, y la mayoría son reciclables, pueden causar grandes problemas al medio ambiente al ser desechadas. Al gestionarlas correctamente, es posible recuperar muchos materiales valiosos y evitar derrames tóxicos en la naturaleza.
Las pilas más comunes son las alcalinas, y miles de millones de piezas son desechadas al año. Al contener sustancias nocivas, como un 0.5 por ciento de mercurio, son altamente tóxicas para el medio ambiente y tardan más de mil años en biodegradarse.
Al ser pequeñas, a menudo se acumulan en los hogares o se desechan en la basura. Al no deshacerse de ellas correctamente, se convierten en residuos tóxicos y terminan en vertederos, rellenos sanitarios o incineración. Cuando se envían a los vertederos, los productos químicos tóxicos se filtran en el suelo, contaminando la tierra y el agua.
Una sola batería puede contaminar más de 600 mil litros de agua. Con la incineración, el mercurio, cadmio y otros metales no se destruyen, pero emiten su toxicidad a la atmósfera. Por tal motivo, para evitar la contaminación tóxica es necesario conocer el proceso de reciclaje en el lugar donde vivas; después de usarlas, asegúrate de guardarlas hasta encontrar contenedores especiales para desechar pilas.
Con una correcta gestión de reciclaje tras desecharlas, se separa el mercurio y se pueden extraer la mayoría de los componentes de las pilas, como plástico, chatarra metálica, manganeso, aluminio, cobalto, níquel, cobre, cadmio o zinc. Al recuperar estos materiales, pueden ser reutilizados como materia prima por otras industrias y en varios procesos productivos.
Algunas alternativas más sustentables
Hay que desechar las pilas de forma consciente para asegurarnos de que se reciclen de forma correcta. En algunas ciudades se recogen con otros residuos como papel, cartón y plástico, mientras que en otras partes es necesario llevarlas a un punto especializado.
También es importante tomar en cuenta que la producción de una pila consume 50 veces más energía de la que la pila representa, entre la minería, el transporte y el empaquetamiento. Por lo tanto, evitarlas y optar por el uso de aparatos que se enchufen o bien, elegir pilas recargables, que también pueden reciclarse, son buenas opciones a tener en cuenta.
Finalmente, antes de llevarlas al punto de reciclaje, asegúrate de haber agotado su vida útil: intenta probarlas en el control remoto, ya que muchas veces pueden seguir utilizándose en artículos que consumen menos energía.
Con información de Bioguia.