El origen del Día del Amor y la Amistad: ¿por qué se celebra el 14 de febrero?
Año con año celebramos el 14 de febrero el Día del Amor y la Amistad, una fecha muy especial que si bien se asocia a la pareja, también es una oportunidad de festejar con nuestros amigos y seres queridos.
Ahora, ¿sabes el por qué se celebra cada día 14 del mes de febrero?
Cabe señalar que esta fecha se conmemora desde muchos años atrás, específicamente desde el siglo II en Roma.
En aquellos años, el emperador Claudio II no estaba de acuerdo en celebrar el matrimonio de la gente joven, razón por la cual decidió prohibirlo. No obstante, un sacerdote llamado San Valentín se opuso a las órdenes del gobernante y por si fuera poco, empezó a celebrar en secreto el matrimonio para jóvenes, razón por la cual es considerado el patrón de los enamorados.
Lamentablemente, por su acto de rebeldía y desobediencia a la autoridad, fue sentenciado a muerte el 14 de febrero del año 207. En su honor, se festeja el Día de San Valentín en esta fecha.
Tiempo después, la celebración se ha ido comercializando hasta llegar a lo que hoy conocemos, donde acostumbramos regalar tarjetas con mensajes especiales, chocolates, flores, peluches, etc. Otros prefieren hacer visitar, llevar serenatas, una buena cena, etc., cualquier buen regalo que haga sentir bien a la persona amada.
Se dice que la norteamericana Esther A. Howland fue la precursora de la venta de tarjetas de regalo con motivos románticos y dibujos de enamorados que ideó y realizó a mediados de la década de 1840. Estos productos se vendían por unos centavos en la librería de su padre en Worcester, Massachusetts, los cuales se convirtieron en un éxito.
Dependiendo del país es que se festeja esta tradición, por ejemplo, en Finlandia y Estonia se homenajea a la amistad y aprovechan el día para pedir matrimonio o para casarse.
En Dinamarca y Noruega se regalan pequeños poemas divertidos que los hombres obsequian a las mujeres de manera anónima, mientras que en Alemania hay regalo de cerdos y en Inglaterra se acostumbra a colocar cinco hojas de laurel, una en cada esquina de la almohada una más en el centro para atraer al futuro marido.
Con información de En Pareja.
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