Espiritualidad

El perdón, herramienta que potencia nuestra felicidad

Fotografía de Freepik.

En la lista de personas a las cuales deberíamos perdonar, nosotros tendríamos que estar en primer lugar.

Si bien cuesta entender esta afirmación, es importante tomar la decisión y saber que no es una tarea fácil. Es trabajo interno, que al final de cuentas nos lleva al crecimiento personal y a una liberación de carga psicológica tremenda.

El perdón, valioso recurso psicológico

El perdón nos permite liberarnos de creencias y actitudes limitantes; liberar energías mentales y emocionales, para crear una vida mejor. Cuando decidimos perdonarnos a nosotros mismos, nos beneficia de gran manera, y lo mismo pasa con quienes nos rodean.

¿Te cuesta perdonar a los demás? Si la respuesta es afirmativa, significa que tampoco sabes perdonarte a ti mismo.

Todos hemos sido dañados alguna vez a lo largo de nuestra vida; vivimos a diario situaciones en las cuales provocamos o somos víctimas de una ofensa. Suelen ser tan simples que procuramos olvidarlas para no alterar nuestro equilibrio emocional, a final de cuentas confiamos en que no se repitan, suponemos que no hubo mala intención o quizás, que no afectarán nuestra estabilidad.

Cuando el daño supera nuestro nivel de tolerancia, el sufrimiento se hace más fuerte y si se prolonga, pone a prueba nuestra resistencia mental y física. Por lo tanto, devolver el daño sufrido, con la esperanza de recuperar el equilibrio, se vuelve instintivo; no obstante la venganza convierte en agresor a la víctima y no asegura la paz interior.

El secreto está en recordar que no somos perfectos, que se pueden cometer errores y que de ellos se aprende. Es en ese momento cuando la culpa se va y nos aceptamos realmente, con lo bueno y lo malo, siendo conscientes de que tenemos la opción de equivocarnos y perdonarnos.

El perdón nos ayuda a alcanzar incluso nuestras metas más prácticas e inmediatas

Si no has perdonado, una parte de nuestra energía está atrapada en el resentimiento, la ira, el dolor o el sufrimiento de algún tipo. Esto nos limitará, pues hará que sea difícil de avanzar, nos frustra y nos vuelve más lentos en nuestro desarrollo personal.

Comprender que todos cometemos errores ayudará a liberarte de la culpa, que es lo que no nos permite aceptar un error, sino culparnos de ese error, pero eso nos quita poder y hace que arrastremos sentimientos negativos.

Practicar el perdón fortalece la bondad en nuestro interior para ser más activos. El perdón es práctico, útil y liberador. Será como si pudieras ver tu vida desde arriba y ver la forma más fácil de llegar a donde quieres estar. La vida se abre frente a ti.

A medida que aprendas a perdonar, las habilidades que habían estado en tu interior surgirán, y descubrirás que eres una persona mucho más fuerte y más capaz de lo que pensabas.

Con información de Psicología y Mente.

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