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El profesor de Harvard que enseñó a Bill Gates y Mark Zuckerberg

Bill Gates y Mark Zuckerberg no sólo comparten ser dos de los hombres más ricos del mundo. El mandamás de Microsoft se encuentra en el número uno de Forbes y su fortuna se estima en 89 billones de dólares, mientras que el creador de Facebook ocupa el cuarto puesto y su riqueza asciende a 71 billones. También tienen en común que durante sus tiempos como estudiantes en Harvard ambos recibieron clases del doctor Harry Lewis, profesor de ciencias computacionales y matemáticas.

Encuentro con un genio en ciernes
Lewis comenzó su profesorado en Harvard a la edad de 26 años después de completar su doctorado en matemáticas aplicadas en la misma institución. Dos años después conoció a un joven Bill Gates. Era 1976 y decidió poner a prueba a sus estudiantes de Matemáticas Aplicadas 122 y hacerlos resolver un complejo problema: “el problema de los hotcakes”, se llama. En una pila con hotcakes de distintos tamaños, el profesor les pidió que los voltearan y ordenaran por tamaño con el menor número de movimientos posibles y con los “panqueques” más pequeños hasta arriba. La clase terminó y nadie encontró una respuesta.

Sobra decir que en ese salón se encontraba Gates, quien, pese a ya haber comenzado a trabajar en su proyecto personal, Microsoft, junto con Paul Allen, unos días después llegó desvelado ante Lewis. No había dormido, pero había encontrado una solución al problema, una distinta a la del profesor, recordó al contarle la experiencia a Forbes. Aunque la respuesta no era revolucionaria, “era mucho mejor de lo que otros supieron hacer. Claramente tenía un talento y se veía a esa edad”, agregó.

De acuerdo con Lewis, Gates escribió un documento sobre el “problema de los hotcakes” con otro profesor, Christos Papadimitriou, quien también impartía Matemáticas en Harvard, por lo que cree que el billonario bien pudo haber seguido una carrera académica. Lewis lo describió como un estudiante determinado “al que le gustaban los rompecabezas, los retos, le gustaba mostrarle a la gente cosas que ellos no podían hacer”, comentó al medio estadounidense.

El famoso profesor también recordó una ocasión en la que encontró a Gates ajustando un reloj que se encontraba en la pared del salón de clases, para que la sesión terminara antes porque tenía una gran cantidad de código que escribir. Así se las gastaba.

Ya sabemos cómo terminó la historia de Gates. No se dedicó a la academia; ahora es el hombre más rico del mundo y eso se debe justamente a que la determinación de la que hablaba Lewis lo llevó a seguir trabajando en el desarrollo de las computadores personales cuando todo mundo consideraba como prioridad mejorar la funcionalidad y rapidez de las grandes computadoras. Numerosas voces autorizadas se lo aconsejaron, pero Gates se aferró a su idea.

6 grados de separación de un proyecto multimillonario
Salto a 2002, cuando Harry Lewis tuvo como alumno a Mark Zuckerberg en la materia de Ciencia Computacional. Un par de años más tarde, el profesor recibió un correo del ahora famoso creador de Facebook en el que le preguntaba si podía usar su nombre en un sitio que había creado y que en principio se llamó: “Seis grados hacia Harry Lewis”. ¿La respuesta de Lewis? “Claro, parece inofensivo”, relató el profesor.

En ese momento desconocía que su nombre formaba parte de un proyecto precursor de la famosa red social que lanzó a Zuckerberg a la fama mundial. Aquel sitio “permitía a los estudiantes descubrir qué tan lejos estaban de mí en la red creada al relacionar los nombres que aparecían en una misma historia del Crimson (el periódico universitario de Harvard)”, explicó.

Unos meses después Zuckerberg cambió el nombre del sitio a TheFacebook.com, que pretendía rastrear las conexiones entre los estudiantes. Fue solo cuestión de tiempo para que dejara Harvard y se mudara a Silicon Valley para comenzar su imperio social. El resto es historia. Hoy Facebook cuenta con 2 billones de usuarios mensuales alrededor del mundo.

Sin embargo, Lewis discrepa de quienes consideran que los casos de éxito de Gates y Zuckerberg demuestran que la educación universitaria es innecesaria. En su opinión, ambos “fueron producto de la mejor educación secundaria que se puede obtener. Los dos estaban muy bien educados antes de llegar a Harvard”, concluyó. Gates asistió a la prestigiosa Lakeside School, en Seattle, mientras que Zuckerberg fue miembro del internado Phillips Exeter Academy.

Para Lewis, otro diferenciador de este par de genios de otros estudiantes es que tenían hambre de desarrollar proyectos e intereses que en la universidad no se estaban atendiendo en ese entonces y, por ende, no podían encaminarlos ni guiarlos en sus aventuras tecnológicas, porque el mismo recinto educativo estaba atrasado en los temas. Ellos debieron abrirse camino por sí mismos.

Harry Lewis, que actualmente tiene 70 años, anunció su retiro a principios de 2017 para el mes de julio de 2020. Con poco más de dos años en las aulas bien podría darle tiempo de ser mentor de algún genio más y otro millonario en potencia.

Fuente: https://www.entrepreneur.com/article/303545

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