Ecología

¿En qué consiste la biodegradación y cómo beneficia al ambiente?

Fotografía de Freepik.

La biodegradación consiste en la capacidad que tienen ciertas sustancias para descomponerse en determinados elementos químicos, lo cual ocurre en un tiempo relativamente corto para poder formar parte de los compuestos del suelo. Este proceso se puede dar solo si se producen las condiciones correctas en el ambiente.

Sin lugar a dudas, este es un término vinculado directamente con el medio ambiente, ya que la biodegradación permite reutilizar algunas sustancias muy importantes para desarrollar otros materiales.

Para que esta pueda desarrollarse, necesita de dos tipos de degradaciones que pueden notarse de una forma muy sencilla, que son los siguientes:

Biodegradación aerobia: Ocurre cuando entra en contacto con el oxígeno. El mismo constituye casi en 21 por ciento de todo el volumen que se encuentra en la atmósfera de la Tierra. Dicha degradación no se centra nomás en los organismos que hacen vida con el oxígeno, además es necesaria la intervención del proceso de metabolismo aerobio y al mismo tiempo, del ambiente donde ocurre. Para hacerlo simple, para que se desarrolle la biodegradación aerobia, es esencial el contacto directo con el oxígeno.

Biodegradación anaerobia: En esta no se requiere la intervención del oxígeno. La biodegradabilidad tiene como base principal el hecho de que las sustancias que pasan por una degradación natural son menos perjudiciales, es decir, benefician el ambiente y mejoran la calidad de vida de las especies que habitan en el mismo. De la misma forma, los productos no biodegradables representan un enorme riesgo para el planeta y es aquí donde entra la importancia del reciclaje.

Arreglo de vista superior con productos para el cuidado de la madera. Foto gratis

Ahora bien, los productos biodegradables son aquellos que pueden, como su nombre lo indica, degradarse en poco tiempo. Aunado a esto, las sustancias que desprenden una vez descompuestos representan un beneficio para el medio ambiente, ya que pueden reintegrarse de forma natural a la tierra y no provoca ningún tipo de efecto nocivo para el ambiente.

Productos como la madera, papel, cuero, lana, vegetales y frutas, carne, y excrementos, tanto humanos como de animales, entran en esta categoría.

En contraparte, los materiales no biodegradables producen efectos perjudiciales al medio ambiente, pues no poseen la capacidad de biodescomponerse sin importar las condiciones. La peor parte es que requieren más de 100 años para desaparecer en su totalidad, generando muchos problemas al medio ambiente.

Este tipo de productos son los principales causantes de varios tipos de contaminación en el ambiente, pues liberan sustancias contaminantes y altamente tóxicas. Estos son: bolsas de plástico, pilas, mecheros, chicles, aerosoles, colillas y vidrio.

Como una manera de disminuir los efectos negativos de los materiales no biodegradables, surge el bioplástico, una variante del plástico fabricada a base de compuestos vegetales, como el almidón de papa o el maíz, lo que representa un gran beneficio para el ecosistema y las especies, puesto que el plástico convencional ya ha generado muchos de los daños que la Tierra sufre en la actualidad.

El proceso de biodegradación es fundamental, ya que el medio ambiente se beneficia directamente: mientras exista mayor cantidad de materiales biodegradables en el planeta, los efectos negativos provocados por la contaminación serán menores.

Por tal motivo, la importancia de la biodegradación es cada vez más evidente.

Con información de Bioguia.

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