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Guía para leer tu recibo de luz: Qué incluye la cuota que pagas y cómo reducirla

Fotografía de Freepik.

Cuando leemos el recibo de la luz, puede ser algo confuso pues contiene varios términos que pueden resultarnos desconocidos. Cabe mencionar que el consumo de energía doméstica se clasifica en tres niveles: básico, intermedio y excedente, y a cada una le corresponde una cuota de acuerdo con la tarifa de la localidad.

El consumo de electricidad varía de una casa a otra, pues depende de tres elementos relacionados con el estilo de vida: las condiciones climatológicas; la cantidad de focos, electrodomésticos y aparatos electrodomésticos que se tienen en casa, así como el tiempo que permanezcan encendidos; además de los hábitos de consumo.

Gráfico: Revista del Consumidor

Gráfico: Revista del Consumidor

Reclasificación de tarifa

Si durante un año superas el límite de consumo mensual promedio establecido para tu localidad, se te reclasificará tu tarifa a Doméstica de Alto Consumo (DAC), lo que significa que pagarás una cuota mayor. Para salir de esta clasificación, disminuye el uso de energía eléctrica en tu hogar y trata de mantener un consumo mensual promedio inferior al límite de alto consumo de tu tarifa.

¿Cómo calcular tu total a pagar?

  1. Multiplica el número de kilowatt-horas consumidos por el precio de cada tipo de consumo de energía (básico, intermedio y excedente).
  2. Suma el resultado y obtendrás el total a pagar. Para conocer las tarifas, visita cfe.mx.

Para ahorrar energía, disminuye el uso de energía eléctrica en tu hogar y trata de mantener un consumo mensual promedio inferior al límite de alto consumo de tu tarifa.

Recomendaciones

  • Establece horarios de trabajo y comida: Así evitarás abrir el refrigerador constantemente, pues el uso de este electrodoméstico genera un mayor uso de energía.
  • Aprovecha la luz natural: Encuentra en casa un lugar de trabajo con luz natural y con todas las herramientas necesarias; conecta solo lo que vayas a utilizar.
  • Desconecta tus electrodomésticos después de usarlos: Crea el hábito de desconectar cualquier aparato que no estés utilizando o cuando hayas terminado de emplearlo.
  • Evita usar aparatos alternos: Procura no trabajar con la televisión prendida u otros equipos de audio alternos como la radio, estéreos o reproductores digitales; mejor optimiza tu consumo de energía usando tu computadora.
  • Evita focos halógenos: Este tipo de focos consumen mucha más energía, así que procura utilizar al máximo la luz natural y si requieres iluminación especial, combina la luz natural con lámparas fluorescentes.
  • Optimiza el uso de la lavadora: Evita usar ropa que requiere de ciclos de lavado especiales y trata de utilizar un solo cambio de ropa al día y de materiales sencillos de lavar; ahorra energía con programas de lavado en frío y con carga llena.
  • Seca tu ropa al sol: Si tienes secadora, utilízala solo cuando el clima no permita secar tu ropa en el sol.
  • Deja conectado solo lo necesario: Se recomienda solo dejar conectados los equipos de cómputo de escritorio. Si tienes una laptop, conéctala solo para su carga y desconéctala cuando esté completa; si es necesario mantener el equipo encendido, usa herramientas como ahorro de energía o programa el apagado de la pantalla, cuando hagas una pausa, guarda los archivos y apaga los equipos.

Con información de la Revista del Consumidor / Foto de ahorro de luz creado por jannoon028 – www.freepik.es.

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