Liderazgo

Herramientas que te ayudarán a convertirte en una persona segura de sí misma

Fotografía de Freepik.

En algún momento todos sentimos confianza en nosotros mismos, pero en otros, decaemos. La pregunta es, ¿tienes tanta seguridad en ti como quisieras?

Cabe mencionar que la autoconfianza nos permite tener seguridad en los diferentes aspectos de la vida, se trata de una parte de tu espíritu interno que representa la base del equilibrio emocional, para afrontar mejor las tareas, desafíos y superarte permanentemente.

Por el contrario, cuando hace falta esta cualidad se limita el potencial, porque se levanta una especie de “muro” entre quién eres y lo que quisieras ser. Es en esa brecha de ausencia de autopercepción positiva de ti que pierdes, pues permites que otro tipo de estímulos restrictivos tomen su lugar.

La seguridad en ti, que se basa en la autoconfianza, es una habilidad y como tal, se puede entrenar y desarrollar.

Existen muchos beneficios de confiar en uno mismo:

  • Mayor autonomía para decidir
  • Sentido de disfrute
  • Mejora la satisfacción sobre quién eres y lo que puedes lograr
  • Afrontas los problemas con decisión
  • Disminuir las dudas acerca de tu potencial
  • Ayuda a equilibrar tu estilo de vida de lo real a lo que deseas

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El origen está en una emoción

Sentir miedo es normal, pero lo malo es cuando te limita y te impide desarrollarte o llevar a cabo cierta acción.

El origen del miedo en la falta de autoconfianza puede ser total (te sientes totalmente anulado para tomar decisiones por mínimas que sean) o parcial (en ciertas situaciones o estímulos es donde se manifiesta la falta de seguridad).

Por lo general, hay dos enormes motores de este limitante, y son:

1.- El miedo a fracasar

Las personas con mayor indecisión interna son las que plantean en su mente escenarios negativos la mayor parte del tiempo. Como el miedo es una construcción interna sobre una expectativa externa aparentemente real (en tu mente), es posible cambiarla para convertirla en algo positivo que te impulse.

Diario tenemos aproximadamente 12 mil diálogos internos, es decir, cuando hablamos con nosotros mismos. Empieza por analizar esa charla, detectar qué tipo de palabras te dices, y con qué niveles de certeza le prestas atención y actúas en consecuencia.

El miedo al fracaso se siente como una emoción muy potente que traba, estanca y limita tus acciones; por lo que es posible cambiar la serie de creencias que tienes dentro, para transformarlas en otras más funcionales para alcanzar tus metas y objetivos.

2.- Los pensamientos negativos recurrentes 

Tenemos unos 60 mil pensamientos diarios; de esos, hay personas que piensan en negativo el 90 por ciento del día, así que puedes imaginar el resultado que obtienen en sus propósitos.

Uno de los mayores problemas son estas advertencias de fracaso que te dices internamente, lo que, como resultado, genera profecías autocumplidas. A través de las emociones y sentimientos de tu mente subconsciente, llevas eso que piensas a la realidad, y allí es cuando pierdes.

Es posible entrenar para romper con esos pensamientos negativos que te atacan todo el tiempo, para lograr llegar a una neutralidad funcional para que también impulses tu potencial en vez de limitarlo.

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Cinco recursos para ser una persona segura de sí misma 

1.- Postura corporal

Un estudio hecho por la Universidad de Harvard arrojó que las personas de la muestra con una postura erguida y hombros hacia atrás revelaron sentimientos de poder, fuerza, entusiasmo y confianza, mientras que aquellos con una postura de derrota, con hombros caídos, vencidos, hacia adelante y/o cabeza gacha, aseguraron sentir abatimiento, angustia, poca autoestima y bajo rendimiento.

La solución: Ante una situación estresante o difícil, mantén tu postura correctamente, respirando lentamente. Abre los brazos como si ganaras un maratón, haz saltos repetidos unas diez veces, estira la columna con los brazos hacia arriba, canta o silba en forma alegre, cualquier ejercicio que te ayude a liberar la tensión de tu cuerpo.

2.- Tomar decisiones

Un factor importante para adquirir autoconfianza es la habilidad de decidir. A muchas personas les cuesta tomar decisiones, ya que implica un riesgo: las cosas pueden salir bien o no tanto.

La solución: Empieza por tomar decisiones pequeñas hasta adquirir la destreza de elegir las mejores opciones; evita que otros elijan por ti, por ejemplo, la comida en un restaurante, analiza, pero no demores la decisión; piensa en qué es lo peor que puede suceder respecto a la decisión que tomas. En general las consecuencias tremendistas son producto de la fantasía, más que de la realidad.

3.- Detecta cuáles son áreas de inseguridad y supéralas

Todos tenemos algunos botones internos que, cuando se activan, nos hacen sentir especialmente inseguros. Si logramos detectarlos, habremos superado estas barreras invisibles que traban nuestra seguridad.

La solución: Trabaja con un psicoterapeuta en casos muy limitantes, pues habrá que bucear en el inconsciente.

4.- Enfocarte en tus logros, en vez de tus errores

Una visión frecuente de las personas inseguras es que se enfocan demasiado en los fracasos o situaciones catastróficas que han tenido.

La solución: Haz diariamente una lista de pequeños logros, siempre los hay; detecta los avances en aspectos mínimos para reforzar el centro de recompensa del cerebro; trabaja en tus modelos mentales limitantes, para detectar creencias que pueden estar coartando tu seguridad.

5.- Reevaluar el estrés que produce que baje tu auto confianza 

La falta de seguridad en uno mismo es motivo de estrés. Es posible que sientas que te haces pequeño frente a ciertas situaciones de la vida y aparece la falta de asertividad para actuar.

La solución: Engaña a tu cerebro con palabras motivadoras, sabiendo que lo que necesitas gestionar es el miedo. Aunque te parezca raro, háblale y dile directamente: “Lo sé, eres tú, el miedo que quiere frenarme. No lo conseguirás esta vez”. Al hacerlo y ponerle palabras, esa emoción pierde potencia.

Trabaja con afirmaciones: pues son una herramienta excelente para avanzar, por ejemplo “Yo puedo”, “Soy valiosa y supero con éxito esta y cualquier situación que se presente”, “Me amo y me acepto como soy”.

Cambia las palabras que describen la emoción que sientes: en vez de decir “Tengo pánico de esta reunión con mi jefe” di con fuerza e internamente: “Me entusiasma poder tener la reunión con mi jefe, y tomaré esta experiencia para aprender y avanzar”. Estas fórmulas cambian la bioquímica de tu cuerpo, y, por lo tanto, el resultado que vas a obtener.

Con información de Entrepreneur.

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