Ecología

La regla de las 3R para salvar al planeta: Reducir, Reutilizar y Reciclar

Fotografía de Freepik.

De seguro en algún momento escuchaste acerca de la regla de las 3R: Reducir, Reutilizar y Reciclar; esta es una propuesta del ecologismo que tiene como objetivo mejorar los hábitos de consumo que afectan al planeta.

En pocas palabras, consiste en reducir la producción de residuos, desde casa hasta las industrias, reutilizar antes de desechar cualquier producto y reciclar lo que fue descartado. Gracias a esta regla, podemos cuidar el planeta, ahorrar dinero y convertirnos en consumidores más responsables.

Las 3R se originaron en la cumbre del G8 en 2004, como parte de la propuesta del primer ministro japonés Koizumi Junichiro, para construir una sociedad orientada al reciclaje.

REDUCIR

El primer paso es reducir la basura y lo que consumimos, lo cual hará que el impacto que producimos en el medio ambiente sea menor.

Tratemos de pensar en lo que compramos y si en realidad lo necesitamos, pero también tiene que ver con las cosas que descartamos como residuos, por ejemplo, calcular bien lo que compramos para comer para evitar tirar lo que se echó a perder en el refrigerador.

Además, hay otros cambios en nuestro día a día, como usar bolsas de compras reutilizables, cepillos para dientes de bambú o shampoos sólidos que no requieren de envases de plástico.

REUTILIZAR

Se trata de volver a utilizar productos que serían desechados y darles un uso, sea igual o diferente al que ya tenían.

Es como el reciclaje con un extra de creatividad, y en el mundo de la moda se ha convertido en tendencia, pues así se crean nuevos diseños y prendas a partir de la original.

También existe el upcycling, que consiste en pensar nuevos usos para un producto o material para convertirlo en algo nuevo, como hacer muebles con jabas de madera.

Otro ejemplo sencillo que podemos retomar en casa es el de reutilizar frascos que contenían algún alimento, pero ahora usarlos para guardar otro producto.

RECICLAR

Se refiere a transformar a través de un proceso, generalmente industrial, a un material o desperdicio. También puede ser mecánico, químico o biológico, lo cual da pie a nuevos materiales, productos y hasta energía.

No es un proceso sencillo, pues tiene muchas etapas y todo comienza con la separación de residuos, que podemos hacer desde casa, ayudando a mejorar el ciclo de reciclaje de los objetos.

Artículos como el papel, botellas de vidrio, y latas son un ejemplo de reciclaje, que una vez desechadas y tras un proceso industrial, pueden transformarse en lo mismo.

Con información de Bioguia.

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