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Lo bueno y lo malo de hacer ejercicio por la noche

Fotografía de Freepik.

Como bien lo indica la Organización Mundial de la Salud, es importante practicar al menos 30 minutos de actividad física diaria para conservar un buen estado de salud.

La cuestión recae en la decisión de elegir entre la hora y el movimiento adecuado para nuestro organismo, pues como quizás hayas escuchado, no se recomienda hacer ejercicio a dormir para evitar tener problemas de sueño.

Ahora bien, ¿existe una manera de hacer ejercicio por la tarde-noche? A lo mejor tu rutina diaria te impide ejercitarte por la mañana, por lo que ese horario es el único que tienes disponible y eso es mejor que nada.

Estudios comprueban que hay posibilidades de entrenar por las noches sin que tu sueño se altere, siempre y cuando se mantenga una intensidad moderada y una hora antes de acostarse, de ser posible 90 minutos antes.

Se recomiendan actividades que te ayuden a conciliar el sueño más rápido, como el yoga, nadar tranquilamente, levantamiento de pesas ligero, caminatas y estiramientos. Cabe mencionar que puedes mantener hasta 75 minutos de actividad, siempre y cuando sea moderada.

Ventajas: Este tipo de ejercicios relajantes reducen la ansiedad y el estrés, regulan el reloj interno y el ritmo circadiano, además de inducir un sueño profundo y segregar serotonina. De esta forma, te irás más feliz y menos preocupada a dormir, con los beneficios que también ofrece el ejercicio a tu salud.

Desventajas: Si te pasas de intenso al ejercitarte, haciendo actividades como el HIIT, levantamiento de pesas pesado, bicicleta, natación y/o sprints, se te dificultará ir a dormir. Esto ocurre debido al incremento en la temperatura corporal, la aceleración de la frecuencia cardiaca y la estimulación del sistema nervioso, lo que hace más difícil el proceso de dormir.

Si decidiste hacer ejercicio por la noche, te compartimos una serie de tips para poder dormir mejor. Reiteramos que la hora y el tipo de actividad que harás es lo más importante para poder descansar lo mejor posible, aunque también lo que cenes y otros hábitos:

  • Descarta el consumo de sustancias estimulantes antes de entrenar, como el café, exceso de azúcar, alcohol, nicotina y otras más.
  • Toma un baño con agua tibia, si es posible, mientras escuchas música tranquila.
  • Opta por snacks ligeros e infusiones relajantes como parte de tu cena.
  • Evita las siestas cortas en las tardes y procura tener horarios establecidos de sueño.
  • Dile adiós a los dispositivos electrónicos antes de dormir, mejor lee un buen libro y rocía spray de lavanda en tu almohada.

Con información de Glamour.

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