Superación

Lo que dejas de rogar cuando te das tu lugar

Fotografía de Freepik.

No hay mejor persona para definir qué es lo mejor para tu vida, que tú misma. Mientras vas creciendo, te das cuenta que hay cosas que no valen la pena y también dejas de rogar por el lugar que te mereces.

Con los altibajos que tenemos en el camino comprendemos que uno cosecha lo que siembra y existen personas negativas que no merecen estar contigo, pues solo dejan heridas e impiden que sanes las que ya están.

Una vez que te das valor, que te enfocas en cosas que te dejan algo positivo para el alma, cuerpo y mente, disfrutas de la paz y no quieres que alguien la interrumpa.

Cuando llega el momento en el que puedes ir a tu paso y que estas cómoda con tus fortalezas y debilidades, es cuando descubres la felicidad. Estas actitudes lo comprueban.

5.- Dejas de querer demostrar algo a los demás

Eres mucho mejor que lo que otros piensan de ti, así que dejas de enfocarte en mostrar tu valía a alguien más. No pierdes tiempo en esforzarte para el resto, sino para ti.

Mejor te preguntas, ¿qué es lo que realmente te hace feliz?

4.- Dejas de buscar la felicidad en cosas materiales

Quizás hayas pensando “cuando tenga ‘x’ cosa seré feliz”, pero la verdad es que basar nuestra felicidad en algo material no es lo mejor. Cuando te das tu lugar, no intentas poner tu bienestar en algo relacionado con el dinero, pues si en un momento dado llega y no eres feliz, te vas a decepcionar.

3.- Dejas de lado la perfección

Con el tiempo te das cuenta que la perfección no existe y que hay algo más que una aparente vida sin problemas. Nada te garantiza la felicidad, así que quédate en el trabajo en el que seas feliz, con la persona que realmente te ame y te respete, así como en el lugar en el que te sientas como un hogar, sin importar que aquello se aleje de los estándares aceptados por la sociedad.

2.- Dejas ir 

En el momento que te das tu lugar, todo se empieza a acomodar y ya no estás para rogar todo el tiempo. Tú eres quien decide que o quien sí y no; estableces límites y te alejas de personas o lugares tóxicos.

Ahora prefieres la paz por encima de todo aquello que sacude tus emociones.

1.- Pones pausas cuando hay que ponerlas

Hay cosas mucho más importantes que el dinero, por lo que de vez en cuando hay que darnos una pausa. Trabajar todo el tiempo no te hace mejor persona, pero sí puedes llegar a perderte de momentos importantes, así que no vayas tan de prisa porque la vida no te espera y tal vez mañana sea demasiado tarde.

Con información de Soy Aire.

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