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Para alargar su vida útil, recuperar un poco más de tu inversión (si es que piensas venderlo), y lo más importante, disminuir la probabilidad de sufrir un accidente o que te deje varado en el camino, es necesario que tu auto reciba un mantenimiento preventivo, ya sea por medio del centro de servicio automotriz del fabricante, en la red de tu compañía aseguradora o en un centro de servicio de confianza.

El mantenimiento periódico del auto es una de las tareas más olvidadas, lo que conlleva a reparaciones correctivas, hasta que se presenta la avería.

Cifras del 2019 dadas por el Inegi señalan que el 92.4 por ciento (334 mil 925) de los accidentes de tránsito terrestre corresponden al conductor, mientras que el 1 por ciento (3 mil 479) corresponden a fallas en el vehículo.

Existen detalles importantes a revisar para saber si tu auto está en buenas condiciones:

Tipos de mantenimiento

Para el buen funcionamiento del automóvil, considera revisarlo periódicamente, de esta manera reducirás la posibilidad de una descompostura mayor que ponga en riesgo tu seguridad y economía.

• Preventivo: Esta es una práctica periódica y de seguimiento para anticiparse y evitar algún posible fallo. Con las instrucciones del fabricante se puede dar seguimiento del tiempo o kilometraje, la periodicidad de cambio de algunas partes del automóvil y cada cuando deben ser revisadas. Se recomienda el mantenimiento a los 5 mil y 10 mil km, según el fabricante. En el manual de tu auto están las indicaciones específicas de uso y mantenimiento.
• Correctivo: En esta etapa se llevan a cabo las reparaciones o sustituciones de las partes del automóvil dañadas o que requieran cambiarse para su buen funcionamiento.
• Predictivo: Se realizan diagnósticos para predecir posibles fallos y si es preciso, corregir y hacer ajustes antes de que ocurra alguno en el auto.

Revisiones recomendadas para mantener el auto en movimiento

Con información de la Revista del Consumidor.

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