“María”, la muñeca mexicana: ¿Cómo nació y qué representa en nuestra cultura?
¡De seguro has visto a “María” en muchas partes, más en este mes patrio! Y es que su hermoso colorido hace de esta pieza de la artesanía mexicana inconfundible.
Hechas de trapo y listones de un sinfín de tonalidades, acompañadas de las telas y bordados que visten, estas muñecas representan una parte muy importante de nuestra cultura.
Pero, ¿cómo nacieron estas tiernas creaciones?
Estas aparecieron como el resultado de la combinación de las culturas de América y Europa. Se dice que las primeras muñecas, hechas con arcilla, palma y cabellos de maíz, formaban parte de los rituales sepulcrales para niños, a manera de protección contra los malos espíritus.
Después de la conquista española, los juguetes novohispanos empezaron a mezclarse con los de las culturas indígenas, lo que derivó en una vasta diversidad. De esta mixtura llegaron muchos de nuestros favoritos clásicos, como el trompo, la pirinola, los yoyos, los baleros, los trastecitos de porcelana, figuras de barro o madera, y por supuesto, las muñecas de trapo.
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Las muñecas de trapo que conocemos como “María” tienen como origen Michoacán y el Estado de México, elaboradas por la etnia mazahua, como una opción más económica y tradicional de aquellos juguetes que se vendían en los mercados, principalmente las muñecas de porcelana que se importaban de España.
Con el paso del tiempo, estas muñecas comenzaron a representar a las mujeres mazahuas que corrían por las calles de la Ciudad de México, a quienes se les conocía como “Marías”. Se cree que esta es la razón por la cual estas artesanías, con listones de colores y vestimentas típicas de la región, tomaron ese nombre.
La práctica se fue expandiendo a muchas regiones del país, lo cual hizo que la tradición de las muñecas de trapo se diversificara. Al norte tenemos a las muñecas guarijío, que visten un traje representativo de la etnia, con colores brillantes y telas floreadas, aplicaciones de encaje, pañoletas y calcetas negras.
Por otro lado, en Guanajuato, están las “Lupitas”, hechas con cartón, pintadas con atuendos florales y figuras geométricas.
También encontramos las de Tusa, hechas con hojas de maíz en el centro y sur de México; las Pame, de palma y pelos de elote, en San Luis Potosí y Querétaro; las tarahumaras, con madera tallada y ataviadas con el traje típico rarámuri; huicholas, de plástico y con indumentaria detallada y fiel a los trajes típicos wixárikas; y chiapanecas, que se destacan por sus detalles en las costuras y suelen usarse en accesorios como la tradicional muñequita quitapenas.
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Actualmente, las muñecas María son una representación artesanal de la cultura mexicana, por lo que se fomenta su elaboración de forma tradicional, es decir a mano, como una manera de recuperar la pasión, amor y valor de las mujeres mazahuas que transmitieron su sabiduría a través del bordado.
Al ser hechas a mano, con las hermosas telas de manta con diferentes diseños, cada muñeca es única. En algunas regiones son creadas sin máquinas de por medio, y pueden llegar a medir entre 5 y 60 centímetros de alto.
Como podemos observar, estas lindas muñecas tienen como características principales sus coloridos listones en la cabeza y trenzas, relleno de guata, telas tradicionales de bonitos diseños, así como matas para sus trajes típicos y elementos de su rostro como ojos, nariz y boca, bordados.
Cabe mencionar que su vestimenta representa la manera de vestir de las mujeres indígenas, y debido a su origen, que mencionamos al principio, cada diseño tiene un significado muy especial.
La verdad es que estas muñecas son muy hermosas y además de usarse como un juguete o un hermoso artículo de colección, nos ayudan a mantener vivas nuestras tradiciones, y por supuesto, al adquirirlas representan un gran apoyo a los fabricantes de estas artesanías.
¡Felices fiestas patrias!
Con información de + de MX y Blog Xcaret.