Espiritualidad

Miércoles de Ceniza: Sacrificios que los adultos pueden hacer durante la Cuaresma

Fotografía de Revista Avante.

Este 2 de marzo de 2022 es Miércoles de Ceniza, una de las principales fechas de la Semana Santa, con el cual da inicio la Cuaresma, un tiempo de preparación y penitencia.

Dicho periodo tiene una duración de 40 días, ya que Jesús permaneció este mismo tiempo en el desierto; dicho ayuno termina con el Domingo de Ramos, pues de acuerdo con la Biblia, es la fecha que marca la entrada de Jesús a Jerusalén.

Por tal motivo, este día, como cada año, muchos feligreses acuden a las iglesias para colocarse la cruz de ceniza en la frente. Para prepararnos para la Semana Santa, se proponen los siguientes sacrificios para los adultos, con el fin de santificarse vivir su Fe a plenitud.

  • Levantarse 30 minutos antes de lo regular para hacer una lectura espiritual.
  • Evitar el uso de redes sociales con fines de ocio.
  • Utilizar lo menos posible el celular, únicamente en caso de emergencia.
  • Ofrecer los dolores físicos y enfermedades.
  • Rezar el Viacrucis por lo menos los viernes.

  • Visitar constantemente el Santísimo Sacramento.
  • No criticar las conversaciones o actos de otras personas.
  • Rezar todos los días el Santo Rosario (de preferencia los 15 Misterios Tradicionales cada día).
  • Comer y beber solo lo necesario para la conservación del cuerpo.
  • Evitar el consumo de alimentos y bebidas chatarra.
  • Rezar todos los días al despertar y antes de dormir con los brazos en cruz.
  • Evitar el ocio, para hablar más con los hijos e instruirlos en la Santa Religión.
  • Obedecer con alegría las órdenes de los superiores, pidiendo a Dios que les ayude a tomar buenas decisiones.
  • Ser prudente en los contratiempos y sufrir con paciencia unido a la pasión de Nuestro Señor Jesucristo.
  • Soportar con paciencia las condiciones del clima.
  • Evitar la calumnia y difamación del prójimo.
  • Acudir al Sacramento de la Penitencia cada que sea necesario.
  • Soportar con paciencia los defectos de los vecinos o compañeros de trabajo, rogando a Dios por ellos.
  • Declarar la guerra a las malas costumbres e inclinaciones que arrastran al pecado mortal.
  • Poner en práctica la caridad con el prójimo.

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