Otoño, temporada de alergias: ¿qué hacer para aliviar el malestar?
Las personas que sufrimos de alergias sabemos que el otoño, además de la primavera, son las estaciones del año en las que debemos tener cuidado, pues siempre hay ojos llorosos, enrojecimiento de alguna zona en la piel, estornudos, tos seca y malestar en general.
Cabe mencionar que una alergia se produce como una respuesta exagerada del sistema inmune, encargado de defender al cuerpo de diferentes sustancias externas. Dichos agentes se denominan alérgenos y son de variada procedencia, por ejemplo, hongos o ácaros del polvo, polen de plantas y flores, pieles y pelos de algunos animales, así como la picadura de insectos, medicamentos, pesticidas o alimentos.
Expertos señalan que un individuo puede presentar esta reacción a uno, varios o todos los alérgenos y sus manifestaciones pueden ser variadas e ir de leves a moderadas y graves. Esto no depende de la sustancia a la que se exponga el paciente, sino a la reacción del organismo.
Entre los síntomas leves encontramos estos de los cuales hablábamos anteriormente: lagrimeo ocular, picazón o enrojecimiento de alguna zona en la piel, la rinitis, es decir, la inflamación del epitelio de la nariz, que provoca secreción acuosa, así como tos seca y estornudos.
En forma moderada, encontramos la urticaria gigante, que es la aparición de ronchas grandes por la miel, que pueden causar malestar, picazón y ardor. Otro ejemplo es el asma, pues se considera que el 75 por ciento de los pacientes que la padecen tienen una base alérgica que inicia como respuesta a la inhalación de ácaros, polen, caspa de piel de animales, entre otros.
Las formas graves suelen ser menos frecuentes pero más complejas, pues pueden presentarse como dificultad para respirar debido a la inflamación de las vías aéreas y tráquea, un abrupto descenso de la tensión arterial, alteraciones a nivel cardiovascular y puede llegar al shock, que se le denomina anafilaxia y siempre requiere asistencia médica inmediata.
Para establecer un diagnóstico, se debe identificar el alérgeno, para lo cual existen varias pruebas cutáneas e indicios en sangre. Si bien el tratamiento es inespecífico, en primer lugar debe impedirse la exposición al factor detonante, aunque esto puede llegar complicado.
Por tal motivo, puedes recurrir a fármacos como antihistamínicos y corticoides, entre otros, siempre y cuando sean recetados por un médico, con el objetivo de disminuir los síntomas.
Otro tratamiento conocido es la inmunoterapia, también conocidas como las vacunas contra la alergia, que tienen como objetivo desensibilizar al organismo sensible. Esta se usa en casos puntuales, como aquellos con síntomas muy pronunciados y sostenidos durante varios meses al año.
En cualquier caso, debe consultarse con un profesional que evalúe qué tratamiento conviene implementar en cada paciente.
Los ojos, los preferidos de las alergias
Se estima que el 50 por ciento de las alergias otoñales ataca a los ojos y el polen es quizás la causa más común. Su concentración en el aire aumenta durante las temporadas de primavera y otoño, pudiendo causar hinchazón, lloriqueo y conjuntivitis alérgica.
“Cuando los ojos están expuestos a un alérgeno, el sistema inmune lo detecta y se desencadena una respuesta inflamatoria que activa ciertas células que liberan sustancias como IgE e histamina, que son las responsables de la aparición de los signos típicos de la conjuntivitis alérgica“, explicó Carolina Colutta, directora médica del Instituto Oftalmológico de Buenos Aires (Ioba).
La recomendación en caso de alergia ocular es evitar estar en contacto con las sustancias que activan la alergia.
“Se aconseja lavarse las manos con frecuencia y evitar llevarlas a los ojos, usar gotas lubricantes o lágrimas artificiales para disminuir la cantidad de alérgenos en los ojos, en el exterior, protegerse con anteojos de sol, mantener las ventanas cerradas y evitar el aire seco, ya que puede agravar los síntomas“, agregó la especialista.
Con información de Infobae.
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