¿Por qué sentimos miedo? El origen está en una emoción
La emoción del miedo pasa por la falta de confianza, y es posible que ante ciertos estímulos internos o externos, tu fuerza se reduzca tanto que hasta te sientes poca cosa y piensas que no eres capaz de afrontarlo.
No obstante, el miedo puede ser ese motor que te impulse más allá de la barrera invisible, para proyectarte más allá de los límites. La clave es tomar acción, pues los humanos tienden a huir de las situaciones que les incomodan, en el caso de la falta de seguridad y confianza, se ponen todo tipo de excusas y consideraciones que evitan que crezcas más allá de lo conocido.
Sentir miedo es normal, pero lo malo es cuando te limita y te impide desarrollarte; su origen puede ser total, pues te sientes totalmente anulado para tomar una decisión, por más sencilla que sea, o parcial, es decir, la falta de seguridad se presenta en ciertas situaciones o estímulos.
Generalmente hay dos factores que fomentan esta limitante, que son el miedo a fracasar y los pensamientos negativos recurrentes. En el primero de los casos, las personas con mayor indecisión interna son quienes piensan negativamente la mayor parte del tiempo.
Como el miedo se construye desde adentro, sobre una expectativa aparentemente real, en tu mente, es posible convertirla en algo positivo que te impulse. Los expertos dicen que al día tenemos alrededor de 12 mil diálogos internos, cuando hablamos con nosotros mismos.
Lo ideal sería que analices esa autocharla, para detectar qué tipo de palabras te dices, con qué niveles de certeza le prestas atención y actúas en consecuencia. Usualmente, el miedo al fracaso se siente como una emoción muy fuerte que puede limitar tus acciones, por lo que es posible cambiar las creencias que tienes por otras más funcionales para el alcance de tus objetivos
En el segundo caso, hay que tomar en cuenta que tenemos alrededor de 60 mil pensamientos diarios, y hay personas que piensan en negativo el 90 por ciento del día, así que puedes imaginarte cómo viven sus vidas.
Uno de los problemas son estas advertencias de fracaso que te repites internamente, lo que puede derivar, efectivamente en ese resultado. A través de las emociones y sentimientos de tu mente subconsciente, llevas tus pensamientos a la realidad, por lo que terminas perdiendo.
Es posible cambiar esos pensamientos negativos, para llegar a cierta neutralidad para que impulses tu potencial en lugar de limitarlo. Siempre será buena idea pedir el apoyo de un experto en caso de que necesites ayuda o se te complique establecer dinámicas positivas para tu vida.
Con información de Entrepreneuer / Foto de atractivo creado por cookie_studio – www.freepik.es.