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Problemas de mecánica básica de tu auto que puedes resolver para no quedarte tirado

Fotografía de Freepik.

Como dueño de un automóvil es importante conocer algunos principios básicos que te saquen del apuro cuando tenga algún desperfecto. Si bien un mecánico será la mejor opción para que el carro reciba la atención especializada, es necesario tener esta información de reparaciones sencillas que puede serte de ayuda en un momento dado.

A continuación te presentamos tres casos comunes en los que requerirás tener algo de conocimiento para poder actuar en caso de que tu auto lo requiera. No olvides llevarlo regularmente a los servicios para evitar problemas mayores y que gastes más dinero.

1.- Pasar corriente de un vehículo

Si el carro no arranca o el motor se detiene, será necesario buscar a alguien que te permita pasar corriente desde su auto, para lo cual se requieren un juego de cables, así se pasará electricidad de una batería a la otra.

Previo a intentar cualquier conexión, verifica que no estás haciendo un circuito en serie al conectar positivo negativo y negativo positivo, pues puede arruinar el sistema eléctrico del carro, su computadora o hasta la marcha.

Coloca un auto frente al otro, con el freno de mano puesto, así como la transmisión en neutral o parking; reconoce las baterías y sus polos: positivo-rojo y negativo-negro.

Conecta el cable desde la terminal positiva de la batería descargada a la terminal del mismo color de la batería donadora. Con el segundo cable, conecta la terminal negativa de la batería donadora y el otro extremo con algún elemento metálico del auto descargado.

Prende el coche donador y déjalo así unos minutos antes de encender el vehículo a cargar. Cuando haya respondido ya podrás desconectar los cables, comenzando por el rojo y por último el negro.

2.- Revisión de aceite y anticongelante

Con el paso del tiempo y los kilómetros recorridos, los aceites del carro se van deteriorando y cuando no estás al pendiente de eso, puedes ocasionar daños al motor a largo plazo.

Antes de que hagas un cambio de líquidos, debes revisar en qué estado está el aceite. Abre el cofre para identificar los contenedores del líquido de frenos, aceite, combustible y agua del parabrisas o del radiador, o para anticongelante.

Cada uno de esos cilindros tiene una marca que señala el nivel ideal de cada líquido, que suele ser poco más de la mitad. Procura hacer la revisión cada 100 kilómetros o una vez al mes cuando menos.

Para cambiar de aceite se recomienda que esté caliente, así que puedes mantener el auto encendido por unos diez minutos, para poner el líquido en condiciones apropiadas. Generalmente encontrarás la tapa de ese depósito bajo el motor y señalado con la palabra OIL. A veces la tapa viene atornillada, y al quitarla debes colocar debajo un recipiente para vaciar en él el líquido que se va a cambiar o limpiar el filtro de aceite.

Antes de volverlo a cerrar, lubrica el tapón para que en el futuro no se te dificulte abrirlo. Límpialo y cierra bien, para desde el interior del cofre volver a llenarlo con aceite nuevo y cerrar bien el depósito y el cofre.

3.- Cambio de llanta

Esta es otra de las reparaciones esenciales, para ocasiones en las que el estado de la carretera, las altas temperaturas o el uso hayan desgastado los neumáticos. Verifica que cuenten con una correcta presión de aire y que no aparezcan rayones o desgaste anormal.

Si lo que tiene es una pinchadura, encuentra un lugar para estacionarte y pon el freno de mano. Necesitarás una llave de cruz para aflojar las tuercas, pero sin retirarlas del todo; coloca el gato hidráulico debajo del chasis de tu automóvil y no de la carrocería, en un punto cercano a la llanta a cambiar, y levanta unos cuatro centímetros para poder trabajar.

Termina de quitar las tuercas y saca la llanta para colocar la refacción. Cuando quede en su sitio, vuelve a poner las tuercas y aprieta firmemente con la llave de cruz. Una vez esté asegurada la rueda, puedes bajar con cuidado el coche con el gato hidráulico y guardar las herramientas y la rueda reemplazada.

No está de más que cuentes con un juego de herramientas adicionales a las mencionadas, para tener con qué solucionar desperfectos que suelen aparecer al camino y que a veces son de fácil solución, en lo que consigues llegar a un taller mecánico para un servicio profesional que se haga cargo.

Con información de Mi Bolsillo.

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