Resiliencia, cualidad que nos ayuda a superar la adversidad
Aunque asociamos los eventos traumáticos o difíciles de nuestra vida como algo negativo, e incluso tendemos a sentir lástima por las personas que los atraviesan, hay que verlo por el otro lado, es decir, el aprendizaje y crecimiento que vienen a partir de estas situaciones complicadas.
De seguro en este momento te vino a la mente algo que te ocurrió y que le dio un gran cambio a tu vida. Es común que creas que las cosas ahora son mejores que antes, pues al final, todos somos capaces de darle la vuelta a esos tragos amargos.
Eso es la resiliencia, la capacidad de hacer frente a las adversidades de la vida, saliendo fortalecido de ellas.
¿Cómo es una persona resiliente? De acuerdo con Bertrand Regader, en su artículo “La personalidad resistente: ¿eres una persona fuerte?”, las características fundamentales de la personalidad resiliente son las siguientes:
- Tienen seguridad en sí mismos y en su capacidad de afrontamiento.
- Disponen de apoyo social.
- Tienen un propósito significativo en la vida.
- Creen que pueden influir en lo que sucede a su alrededor.
- Saben que se puede aprender de las experiencias positivas así como de las negativas.
- Conciben y afrontan la vida de un modo más optimista, entusiasta y energético.
- Son personas curiosas y abiertas a nuevas experiencias.
- Poseen altos niveles de emocionalidad positiva.
Las personas resilientes hacen frente a las experiencias difíciles con humor, exploración creativa y pensamiento optimista. El cambio positivo que experimentan como resultado de su proceso de lucha, los conduce a una situación mejor con respecto a la cual se encontraban.
Dicho cambio puede ser en uno mismo, al aumentar la confianza en las propias capacidades para afrontar futuras adversidades, o bien, en las relaciones con otras personas, al fortalecer la unión con aquellos que estuvieron con nosotros en esos duros momentos.
De la misma forma, puede variar nuestra filosofía de vida, pues los obstáculos que enfrentamos sacuden nuestra manera de ver el mundo: cambia nuestra escala de valores y apreciamos más las cosas que antes dábamos por hecho.
De acuerdo con la Asociación Sociológica Americana hay ocho acciones que podemos tomar en cuenta para desarrollar la resiliencia.
- Establecer relaciones: es en los momentos complicados que hay que dejarnos ayudar más que nunca y establecer vínculos afectivos con familiares y personas que sean importantes para nosotros. También puede ser beneficioso para fortalecer la resiliencia si ayudamos a otros.
- Evita ver los sucesos negativos como obstáculos: no podemos evitar que aparezcan situaciones que nos hacen, pero si la forma en la que las interpretamos y reaccionamos ante ellos. Piensa en el futuro y mantén la esperanza de que tarde o temprano todo cambiará.
- Realiza actividades que te hagan sentir mejor: ya sea caminar, hablar con un amigo, abrazar a tu mascota, practicar algún deporte, escuchar música, etc., hazlo con frecuencia.
- Lleva a cabo acciones decisivas: busca soluciones y actúa de la mejor manera que puedas según la situación, así sentirás que estás haciendo algo productivo para cambiar tu estado.
- Busca oportunidades para descubrirte: ponte a pensar en aquellas cosas que has aprendido gracias a esto y en qué aspectos has mejorado. Verás que todo el sufrimiento no ha sido en vano y que has crecido durante este proceso.
- Cultiva una visión positiva sobre ti mismo: confía en tus capacidades para resolver los conflictos por los que atraviesas y lo válido que eres.
- ¡Nunca pierdas la esperanza! Por más nublado que esté el cielo, siempre saldrá el sol. Visualízate en la situación en la que quieres estar y no en la que temes.
- Cuida de ti mismo: presta atención a tus necesidades. Te ayudará a mantener tu cuerpo y mente sanos y listos para afrontar cualquier adversidad que vivas.
Con información de Psicología y Mente.