Síntomas de que necesitas cambiar tu alimentación y comer más sano
Comer sano no es algo que se logra de un momento a otro, pues es un hábito que se desarrolla con mucha dedicación.
Esta es una decisión que en ocasiones las personas toman ya cuando tienen problemas de salud muy avanzados, o se dan cuenta de que el estilo de vida que llevan no es el más apropiado. La realidad es que aprender a comer saludable es necesario para tener un mejor bienestar.
Comer sano significa consumir aquella alimentación que ofrece los nutrientes que el cuerpo requiere para mantener el buen funcionamiento orgánico, así como conservar o restablecer la salud, disminuir el riesgo de enfermedades, garantizar la reproducción, desarrollo y crecimiento apropiado.
En ocasiones las personas se sienten mal sin motivo aparente, pero en todo momento la hay. Generalmente son leves molestias a las que no se le dan importancia que merecen, pero que con el tiempo pueden provocar enfermedades crónicas.
No existe una guía correcta para cambiar tu alimentación, pero tu cuerpo sabe cuándo y por qué es necesario llevar una alimentación saludable, al presentar los siguientes síntomas.
SÍNTOMAS DE QUE NECESITAS COMER SANO
Acné
La aparición del acné puede indicar la existencia de un déficit de vitamina A, importante en la producción de retinoide. Al existir una falta de este nutriente, también puede provocar sequedad del cabello y uñas quebradizas.
Este es un componente que se encuentra dentro de los boniatos, jugos de frutas de invierno y zanahorias. Es conveniente consumir alimentos antiinflamatorios que contengan omega 3, dejando de lado aquellos que contienen azúcares y harinas que son refinadas.
Cansancio
Si la fatiga se convierte en un estado constante, la falta de nutrientes vitales es algo que se puede solucionar con la alimentación diaria. Otra de las posibles causas podría ser una mala hidratación, así que procura consumir mucha agua, así como incluir una dieta que no supere las mil 800 calorías.
Estas calorías deben provenir de alimentos que contengan grasas insaturadas, proteína, hidratos complejos, pescados, cereales integrales y verduras. También prestar atención si se practica algún deporte, recordando que el magnesio y el hierro son de gran ayuda.
Depresión
Sentirse decaído también es señal de que se debe comer más sano, ya que quizás no se consumen suficientes vitaminas, ácidos grasos y minerales.
Estudios señalan que las personas más vulnerables a padecer depresión y otros problemas mentales son quienes no llevan buena alimentación.
Incluir suplementos que contengan ácido fólico y vitamina B12 es de gran ayuda para combatir ese estado de ánimo depresivo.
Enfermedades recurrentes
Los alimentos tienen una gran influencia en el sistema inmunológico, así que al evitar el consumo de nutrientes que son esenciales, este se debilita y se hace más vulnerable hacia las enfermedades.
Por ello, si quieres evitar enfermedades, lo ideal es consumir alimentos con mucha proteína, como las carnes sin grasa, verduras de hojas verdes y legumbres.
Poca energía
Si al hacer cualquier actividad se siente agotamiento, lo más probable es que exista un déficit de hierro en el organismo. Este nutriente sirve para incrementar los niveles de energía al transportar oxígeno a través del cuerpo, de no haberlos, el organismo no puede producir suficiente cantidad de glóbulos rojos, indispensables para mantener la energía en el día.
Estreñimiento
Tener este tipo de problemas representa falta de fibra y de hidratación apropiada, así que lo mejor es consumir legumbres, frutas, verduras y cereales integrales.
Hambre
Cuando se intenta controlar lo que se consume, pero llega a un punto en que se come lo primero que se presenta en frente, quizás podría pensarse que existen problemas con la falta de voluntad, aunque no puede descartarse una dieta poca saludable.
Las ansias de comer de manera desenfrenada, puede relacionarse con el déficit de nutrientes, que es una respuesta que emite el cerebro de que no se está consumiendo la cantidad de nutrientes necesaria.
Gases
Al notar mayor hinchazón y con gases luego de comer productos lácteos, es probable que exista intolerancia a la lactosa. Antes de dar cualquier otro paso, primero es importante comprobarlo y tomar las medidas adecuadas.
Mal humor
Disminuir el consumo de calorías o de carbohidratos de manera radical, provocará irritabilidad a causa de la ansiedad. Además, reduce los niveles de azúcar en la sangre, generando cambios de humor.
Lo ideal es incluir hidratos de carbono en la alimentación, que traerán una mayor producción de serotonina, neurotransmisor encargado de la felicidad.
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