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¿Trabajo en exceso? Estas son las consecuencias de la sobrecarga laboral en tu salud

Fotografía de Freepik.

Aunque el trabajo es una actividad necesaria para subsistir, si nuestro tiempo se ve limitado y tenemos condiciones laborales inadecuadas, a largo plazo nuestra salud física y mental se verá perjudicada.

Trabajar más de lo debido nos afecta, haciendo que seamos más infelices y menos productivos, por lo cual es importante tomar conciencia acerca de las consecuencias de la sobrecarga laboral.

De acuerdo con información retomada del sitio Psicología y Mente, la sobrecarga laboral se refiere a “la consecuencia de designar funciones adicionales al trabajador de forma excesiva, desproporcionada y constante. El trabajador no se siente estimulado, realizando un trabajo de peor calidad y viendo afectada su salud”.

El empleo ocupa buena parte de nuestro día a día: nos da un horario, organiza nuestra rutina y nos da cierta sensación de seguridad, orden y equilibrio. No obstante, en ocasiones terminamos trabajando más de la cuenta, sacrificando otros aspectos de la vida y acarreando múltiples problemas a nivel emocional, psicológico y físico.

Si bien podemos tratar de respetar la máxima de las 8 horas de trabajo, 8 horas de ocio y 8 horas de sueño, en la práctica esto puede ser difícil de cumplir, puesto que hay trabajos en los que se les da más carga laboral a los empleados, provocando su insatisfacción y a la vez, una baja productividad.

Mujer malhumorada se toma las manos con disgusto, se siente abrumada por mucho trabajo, siente la presión de sus colegas, se sienta en el escritorio con documentación Foto gratis

Entre las principales consecuencias de la sobrecarga laboral están las siguientes:

1.- Ansiedad

Si tu trabajo te agota, a la larga puedes sufrir problemas de ansiedad. Laborar más de lo debido, hacer horas extras, tratar de cumplir con los plazos de entrega y/o combinar con las tareas diarias que aparecen a última hora, genera mucho estrés.

Las personas que sufren ansiedad son más vulnerables a sufrir enfermedades como diabetes, obesidad, problemas del corazón y digestivos; además tienden a comer más, a fumar o tener conductas arriesgadas y disfuncionales.

2.- Depresión

Esta es una de las consecuencias más graves de la sobrecarga laboral. Estar deprimido no necesariamente significa estar llorando constantemente o sentirse triste; también implica irritabilidad, apatía y desmotivación.

El exceso de trabajo nos frustra, pues nos hace pensar en las cosas que podríamos estar haciendo si tuviéramos el tiempo. No obstante, al llegar a casa y tener ratos libres, ya ni siquiera tenemos ganas de llevar a cabo estas actividades que pueden beneficiar nuestra a salud, ya sea hacer ejercicio, leer, salir a pasear, dedicar tiempo a nuestros seres queridos o relajarnos.

Dicha sensación hace que desilusionemos aún más, entrando en un estado continuo de insatisfacción, empeorando los sentimientos de profunda tristeza que nos genera ver como nuestro empleo nos consume.

3.- Síndrome del burnout

Dicho padecimiento ha sido reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) e implica problemas a nivel emocional, psicológico y físico.

Buena parte de los empleados en el mundo sufren de esta condición, viviendo en un constante estado de estrés y ansiedad, junto con síntomas de depresión. Su prevalencia en la población es cada vez mayor, por lo cual diversas instituciones de salud y empresas están comprometidas con evitarlo en las oficinas.

4.- Problemas para dormir

Es común que quienes trabajan más de la cuenta se queden haciéndolo hasta altas horas de la madrugada. Esto altera los ciclos circadianos, haciendo que a la larga tengan graves problemas para dormir.

Incluso cuando ya tiene tiempo para dormir, la persona tiene dificultades para conciliar el sueño por estar pensando en sus pendientes para el día siguiente.

Esto genera que además de demorar su hora de dormir, el sueño no sea reparador y como consecuencia, que al día siguiente esté aún más agotado y sin poder rendir adecuadamente.

5.- Dolores musculares

Aunque cada trabajo es diferente, si nos ocupamos por muchas horas lo resienten nuestros músculos y huesos al ser más propensos a dolores y lesiones.

En aquellas labores donde se hacen esfuerzos físicos pueden sufrir las articulaciones, además de desgastarse nuestros cartílagos y producirse lesiones como torceduras y esguinces. Hablando de trabajos en oficina, es frecuente sentir molestias en la espalda, pues estar más de 20 minutos sentado en una misma posición, sobre todo con la espalda curvada, puede producir daño muscular.

6.- Deterioro de relaciones sociales

Al tener menos ratos para convivir con familiares y amigos, las relaciones se pueden ir desgastando. Esto sucede no solo por la falta de tiempo, sino también porque al llegar a casa no tenemos ganas de hablar con nadie, preferimos descansar o estar con nosotros mismos, sin interactuar con otras personas, debido al cansancio.

7.- Malas dinámicas laborales

A causa de la gran presión sobre los trabajadores, se pueden desarrollar problemas en su relación con otros compañeros.

La irritabilidad, depresión, ansiedad y la frustración hará que los trabajadores no quieran convivir, dado que asocian su presencia con todo tipo de sentimientos negativos. Todo esto provocará que simples malentendidos se transformen en todo tipo de conflictos, lo cual hace que disminuya la productividad en la empresa.

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Ahora, ¿cómo evitar la sobrecarga laboral?

La empresa y sus colaboradores deben tomar medidas para que el trabajo no se convierta en algo que los consuma. Es importante tratar de respetar horarios, fomentar una buena cultura empresarial e impedir que se deje trabajo que tendrá que terminarse en horas extra.

En caso de que la sobrecarga laboral ya sea una realidad, los líderes deben identificar cuáles fueron las causas de que se diera este fenómeno, para ofrecer soluciones que prevengan que esto vuelva a ocurrir.

Lo ideal es que se trabaje en equipo, repartiendo las tareas en todos los colaboradores y así evitar que una sola persona sea la que tenga toda la carga. Delegar funciones, haciendo que la responsabilidad caiga en varios trabajadores en lugar de uno, hace menos agobiante el logro de objetivos.

Con información de Psicología y Mente.

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