6 cosas que aprendí al salir de una relación tóxica
Cuántas veces dijimos que nos separaríamos y cuántas veces regresamos. Una y otra vez, nuestra necesidad y dependencia nos juntaba bajo la falsa bandera de que “ahora sí va a funcionar” o “es la última vez que lo intentamos”. Sabíamos que estaríamos juntos para siempre a pesar de que el dolor cada vez era más y más grande.
Cuando finalmente nos alejamos, las piezas rotas eran tantas que sabía que no teníamos oportunidad de juntarlas ni de reparar lo nuestro. Incluso supe que yo ya no estaba completo, que algo también estaba roto en mí, pero sin saber cómo solucionar eso me alejé. Ahora sé que sólo necesitaba tiempo para sanar y que en verdad la vida puede seguir sin ti. Esto fue lo que aprendí en el camino.
Los verdaderos amigos permanecen
Muchos dijeron que regresaríamos, que ya era un viejo juego que teníamos en el que jurábamos dejarnos sólo para decepcionar a todos cuando nos volvían a ver juntos. Sin embargo encontré gente que nunca me dio la espalda, que entendió la situación y a pesar de todas las cosas que no hice por ellos por estar contigo, me recibieron con los brazos abiertos sin hacer preguntas.
No fue tiempo perdido
Todo lo que pasamos, bueno y malo, se quedó conmigo, me enseñó y aunque muchas veces pensé que había perdido años de mi vida a tu lado, ahora sé que nunca volveré a pasar por algo así. Todo es una enseñanza y aunque no te voy a agradecer los malos ratos, sí te diré que dejaron lecciones en mi que nunca olvidaré.
Nadie me va a completar
Crecí con la idea de que necesitamos a alguien para estar completos y te di la tarea de hacerlo. Por mucho tiempo creí en eso, pero ahora sé que no necesito a alguien que me complete, ni siquiera necesito a alguien que me acompañe, elijo a alguien con quién estar para compartir y crecer, pero yo me hago cargo de mi propio crecimiento y persona.
No debo mirar atrás
Fue una de las lecciones más difíciles, el querer tomar el teléfono y rogar por verte una vez más. Los recuerdos son imposibles de borrar, pero las acciones dependen de nosotros. Pasé muchos días sin nada más que tu recuerdo, pero esta vez la fuerza de voluntad me permitió seguir sin ti y poco a poco esa necesidad se borró. Ahora sé que siempre debemos estar en movimiento, pero siempre hacia adelante.
No debo idealizar
La expectativa es la madre de la decepción y en cuanto te conocí puse una imagen imposible de ti en mi cabeza. Creí que eras todo lo que creía, pero no lo que veía. Cuando me hacías daño me decía que no eras tú o que no era tu culpa. Sé que ambos nos lastimamos y gracias a eso aprendí que no debo poner expectativas imposibles en la gente, ni intentar cumplir lo que todos esperan de mi.
Estoy mejor sin ti
El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional. Ahora puedo hacer lo que me gusta, no dependo de tus decisiones ni tus enojos. Supe que una relación tóxica la construimos los dos, pero depende de cada uno salir adelante. Hoy no sé donde estás o qué haces, pero espero que hayas logrado moverte y no mirar atrás.
Fuente: http://www.labioguia.com/notas/6-cosas-que-aprendi-al-salir-de-una-relacion-toxica