¿Cansada y desganada? Posibles causas que no tienen nada que ver con falta de sueño
Podemos sentirnos cansados como consecuencia natural a la falta de sueño o el trabajo físico o mental extenuante. No obstante, al ser constante puede tener otros motivos detrás, por lo cual si vives cansada y desganada, es conveniente que sigas leyendo.
Habrá diferentes actividades como desvelarnos, ejercitarnos, una semana laboral, complicada, etc. que es a lo que los especialistas llaman fatiga temporal. De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, se trata de un síntoma que no refleja una enfermedad seria, pero sí puede ser señal de un trastorno físico o mental más grave.
En estos casos se refieren a un cansancio constante e intenso que no se va aun cuando durmamos bien, nos alimentemos correctamente o mantengamos el estrés bajo control. De no solucionarlo, este estado de fatiga puede impactar tu bienestar psicológico y emocional.
Una de las causas más conocidas es el síndrome de fatiga crónica, el cual se describe médicamente como un trastorno caracterizado por fatiga extrema que no puede atribuirse a ninguna enfermedad preexistente y que puede empeorar al realizar actividad física o con el desgaste mental, aunque no mejora con el descanso.
Especialistas de Mayo Clinic señalan que no hay una causa certera, aunque puede atribuirse a infecciones virales y estrés psicológico. Además de la sensación de falta de energía, agotamiento o cansancio, puedes presentar:
- Pérdida de memoria o concentración
- Dolor de garganta
- Agrandamiento de los ganglios del cuello o axilas
- Dolor articular o muscular sin causa aparente
- Dolor de cabeza
- Sueño no reparador
- Agotamiento extremo por más de 24 horas después de hacer ejercicio físico o mental
El problema con la fatiga crónica es que no existe una prueba para confirmar el diagnóstico, por lo general se necesitan descartar otros problemas de salud con síntomas similares para confirmarlo. Sin embargo, suele diagnosticarse con más frecuencia en mujeres, así como en personas entre 40 y 50 años, aunque puede ocurrir a cualquier edad. De igual modo, no existe cura, pero sí tratamiento para los síntomas.
Aquí las posibles causas de la fatiga:
- Estilo de vida: Tus hábitos pueden llevarte a sentir esa sensación de cansancio constante. De acuerdo con Mayo Clinic, no realizar actividad física o excederte en ella, así como no alimentarte de forma saludable y balanceada puede relacionarse con síntomas de fatiga, por lo cual debes realizar cambios en tu estilo de vida para ver si te es de ayuda.
- Anemia: Cuando se presenta este padecimiento, tu cuerpo no tiene suficientes glóbulos rojos para transportar un buen nivel de oxígeno a los tejidos, lo que puede hacer que te sientas cansada y débil. Existen diferentes tipos de anemia, aunque la más conocida es por deficiencia de hierro y vitaminas.
- Problemas médicos: Si además de fatiga sientes debilidad, piel pálida, latidos irregulares, dificultad para respirar, mareos, dolor de pecho, manos y pies fríos, dolor de cabeza, u otros síntomas extraños, consulta a un especialista para realizarte un estudio y dar con el tratamiento adecuado.
- Ansiedad: Una de sus características es la preocupación y miedo intenso, excesivo y persistente sobre situaciones diarias, que son difíciles de controlar y pueden interferir con tus actividades diarias. También se pueden presentar ataques de pánico, pero sea cual sea tu sentir, consulta con un especialista.
- Depresión: Más que una tristeza pasajera, constante o pérdida de interés, estás pueden ser señales de alerta. Si realizar tu rutina te cuesta trabajo, vives con una sensación de vacío, irritabilidad, insomnio o duermes en exceso consulta con un especialista, sobre todo si tienes pensamientos sobre muerte.
- Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica: También conocida como EPOC, la falta de energía y cansancio también se manifiesta en este padecimiento, en el cual se obstruye el flujo del aire en los pulmones y se relaciona con una exposición prolongada a gases o partículas irritantes.
- Fibromialgia: Dicho trastorno se caracteriza por dolor generalizado, leve, molesto y constante, además de la fatiga como otro síntoma asociado. Quienes la padecen suelen despertar cansadas y dormir mucho; también puede haber problemas para enfocarse y concentrarse en una tarea.
- Diabetes: Aunque se relaciona principalmente con un aumento en la sed, ganas frecuentes de orinar y hambre extrema, la diabetes también tiene como síntoma la fatiga, así como la irritabilidad. Sobre todo si tienes antecedentes de esta enfermedad o factores de riesgo asociados a ella, es importante llevar un control de la glucosa y mantener un estilo de vida saludable.
- Enfermedad renal crónica: Es la pérdida gradual de la función de los riñones, lo cual puede derivar en una acumulación de niveles peligrosos de líquidos, electrolitos y desechos. Aunque al principio puedes no presentar síntomas, es importante presentar atención no nomás a la fatiga, sino otros como náuseas, vómito, pérdida de apetito, calambres, hinchazón de pies y tobillos, etc.
- Enfermedad de tiroides: Tanto hipertiroidismo como hipotiroidismo pueden provocar fatiga, entre otros síntomas. Acude con tu médico para que te realice estudios y verifique la actividad de tu tiroides, pues tratarlo es clave para evitar complicaciones.
Con información de Bienestar 180.