¿Cómo conseguir mis sueños?
– Analicemos el propósito de éstos.
Por Lorena Gálvez.
Todos en esta vida tenemos sueños.
Unos “guajiros”, es decir fantasiosos y otros factibles, pero muy lejos de alcanzar, desde nuestra perspectiva y punto de vista.
Sin embargo, alcanzar nuestros sueños es más sencillo de lo que podemos imaginar, cuando le damos a ese sueño su justa dimensión y los reenfocamos. Pero ¿Cómo es eso? Pues partiendo del fin que buscamos.
Hagámoslo más sencillo: si mi sueño es tener una casa en la playa, debemos buscar cuál es el propósito de esa casa en la playa:
Porque me encanta el mar
Para relajarme
Para inspirarme
Para vivir tranquila
Para tener paz
Porque es el sueño de mi vida
Todas las anteriores razones son mi fin, mi propósito por el que quiero una casa en la playa; entonces, sí tener una casa en la playa se me complica por mi situación económica, vamos a replantear entonces mi sueño: ¿Qué necesito hacer para relajarme, inspirarme, vivir tranquila, tener paz, ver el mar?
Entonces las respuestas se vuelven más sencillas, al no limitarme solamente a que, para relajarme, inspirarme, vivir tranquila y tener paz, además de observar el mar, debemos tener una casa en la playa.
Entonces ¿Cómo cumplo el o los propósitos de mi sueño o sueños? Trabajando en aquello que me provocan esos estados que tanto añoro y evitar que, por el contrario, viva angustiada, ansiosa, deprimida, estresada y endeudada, por querer tener una casa en la playa.
Es más sencillo ir a la playa cada mes, o cada que se pueda, para observar el mar y vivir en paz diariamente con otras acciones o proyectos, sin que tenga un constante desgaste emocional.
Con este razonamiento no pretendo quitar cualquier ilusión respecto a algo específico que tenemos como sueño, sino por el contrario, luchar por el mismo, sin que ello me robe lo que tanto anhelo a la hora de alcanzarlo.
Es muy frecuente que muchas personas luchemos por un “sueño”, es más, unas casi toda la vida y cuando lo logran experimentan una sensación de vacío, es decir no era lo que esperaban: alcanzar esa meta se había convertido más en una obsesión, la cual, al cumplirlo, no eliminó ese coraje, estrés y ansiedad que se inyectó para lograrlo: ¿Y ahora qué?
Y esa pregunta, luego de lograr el sueño, puede resonar perturbadora, cuando nos la hacemos nosotros mismos, en nuestra soledad, o cuando la hacemos con aquellas personas que siguieron en nuestro camino, pero que igualmente saben que poco o nada cambió en nosotros al llegar a ese objetivo.
Por ello viene el replanteamiento de cumplir mi sueño, no con el objeto, sino con la utilidad de eso que añoramos.
Ser feliz es mucho más sencillo…. Cumplir un sueño es aspirar a la felicidad y recordemos que la felicidad no es un destino, es un camino.
Busquemos metas, objetivos y sueños, pero partiendo del enfoque, eso nos hará la vida más simple y gozaremos de lo que a diario nos de nuestro creador.
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