Cómo mejorar nuestra circulación sanguínea en piernas y pies
La circulación sanguínea tiene un papel muy importante en el funcionamiento del organismo, pues su tarea es mantener el cuerpo sano así como beneficiar al sistema cardiovascular, encargado de transportar nutrientes y oxígeno, a la vez que elimina desechos y toxinas.
Calambres, varices o hinchazón son los problemas de circulación más comunes, este último que ocurre cuando las personas han perdido elasticidad en sus venas y carecen de fuerza para transportar correctamente el líquido. Debido a la fuerza de gravedad, dicho líquido se acumula en las piernas, lo que genera las molestias, detalla información publicada en el diario ABC de España.
Aunque la mala circulación no se considera una enfermedad grave, se debe tratar a tiempo para evitar derive en complicaciones a mediano o largo plazo.
Una de las acciones más comunes que ocasionan problemas circulatorios es cuando pasamos mucho tiempo en una misma posición, lo cual no es extraño para quienes trabajan frente a una pantalla y no se levantan por mucho tiempo.
La circulación venosa, también conocida como circulación de retorno, está compuesta por una amplia red de venas que llevan la sangre con menor porcentaje de oxígeno desde los diferentes tejidos al corazón para ser oxigenada en los pulmones y después devolverla a los tejidos a través de las arterias, describe EcuRed.
Además, las venas tienen un mayor diámetro que las arterias, pero presentan una menor cantidad de musculatura lisa en sus paredes.
La mala circulación se debe a varios motivos, como los factores genéticos, obesidad, colesterol alto, embarazos o malos hábitos como fumar, sedentarismo y la mala alimentación. Afortunadamente, todas estas variantes, excepto la genética, tienen solución.
Entre los síntomas que nos dicen que hay problemas está la pesadez, dolor, hormigueo y calambres en las piernas, así como los moretones que salen fácilmente.
Entre los consejos que se dan para mejorar la circulación sanguínea están los cambios saludables en la dieta, hacer ejercicio durante una hora, mínimo tres veces a la semana, y tomar nuevos hábitos, además de que los expertos recomiendan estar poco tiempo de pie, pero si las actividades que realizas en el día te obligan a hacerlo, lo mejor es usar medias de compresión.
También se sugiere no cruzar las piernas por mucho tiempo y hacer pausas activas que permitan activar la circulación; se pueden subir las piernas o caminar unos cuantos minutos antes de volver al estudio o trabajo, o bien, colocar una almohada alta al dormir para mantener los pies más elevados que el resto del cuerpo.
Los masajes en las piernas son otra opción para favorecer la buena circulación. Puedes tomar un poco de crema relajante y aplicarla sobre las extremidades, haciendo movimientos ascendentes desde los tobillos.
Asimismo, es importante tomar por lo menos dos litros de agua, evitando los refrescos y optar por otro tipo de bebidas naturales, como jugos de frutas de piña y jengibre, sandía y limón o remolacha y naranja.
Lo anterior debe estar acompañado de una dieta sana y balanceada que ayude a combatir la mala circulación. Los alimentos que podemos consumir son el ajo, que tiene un efecto anticoagulante; el limón, que mejora la elasticidad; la uva negra y los arándanos, que también ayudan a mejorar el tono venoso por sus antioxidantes y la vitamina C; las nueces, que gracias al omega 3 son antinflamatorias y también contienen vitamina B3 que favorece la circulación.
Con información de Semana.