Ecología

¿Cómo usar las plantas para combatir el calor?

Fotografía de Freepik.

Los que vivimos en ciudades donde hace mucho calor probablemente hemos escuchado que el que haya más plantas y árboles distribuidos por el área, contribuye a que se controlen las altas temperaturas.

La habitabilidad del planeta tiene mucho que ver con las condiciones que crean las plantas, mismas que nos brindan oxígeno y al mismo tiempo regulan la temperatura.

Afortunadamente podemos hacer de nuestro hogar, ya sea en el interior o exterior, un lugar más agradable y con menos calor al colocar macetas, jardineras, jardines o hasta huertos.

Pero, ¿de qué forma podemos aprovechar la naturaleza para hacer un ambiente más fresco? En primer lugar, hay que tomar en cuenta que las plantas son un humidificador natural.

También recordemos que los resultados dependerán del número y tamaño de ejemplares que tengamos, así como de las condiciones de la atmósfera.

Plantas de interior y exterior

Las plantas son nuestras grandes aliadas, sea un gran árbol o una pequeña plantita, utilizar plantas de interior y exterior nos da el doble de posibilidades de crear una atmósfera fresca que podemos disfrutar una vez que suben las temperaturas.

Sabemos que los árboles nos dan sombra en un caluroso verano, pero también podemos jugar con otras variantes, como con arbustos, parras, enredaderas o plantas de cualquier tipo para crear un ambiente más agradable.

Podemos ubicarlas en el mismo alféizar de la ventana, colgadas del techo, en maceteros o jardineras junto a mesas en balcones o en interiores; de esta forma, podemos notar cómo disminuye la sensación térmica cuando las tenemos cerca.

Cabe mencionar que esto no es magia, simplemente se logra porque las plantas absorben parte del calor, pero tampoco esperemos milagros porque aun siendo una diferencia perceptible, lo suyo es aprovechar su capacidad refrescante junto con otros trucos como el uso de persianas, cortinas, ventilación inteligente, una buena orientación de la vivienda y, por ejemplo, una adecuada hidratación y dieta, así como una buena elección de la ropa que nos ponemos.

También si están junto a las fachadas, suelen elegirse árboles de hoja caduca para aprovechar su refrescante sombra en verano y luego en los meses fríos no impedir que la luz natural y el calor del sol calienten la casa. No obstante, los jardines verticales que cubren fachadas o los jardines de tejado que cubren las cubiertas son un magnífico aislante que ayuda a una eficiencia energética.

Arquitectura bioclimática

Consiste en el diseño de edificios, pero tomando en cuenta las condiciones climáticas del lugar, aprovechando los recursos disponibles para disminuir el impacto ambiental e intentando reducir los consumos de energía.

Un aspecto clave de la arquitectura bioclimática tiene que ver con el uso de la vegetación como un recurso para aislar, crear ambientes confortables y minimizar el uso de energía, tanto en verano como en invierno.

Además de usar la luz natural, la energía solar, el agua de lluvia o el viento podemos aprovechar la vegetación de muchas maneras con la intención de obtener beneficios. En el caso de la vegetación, se suelen aprovechar también otros elementos decorativos como los toldos, las sombrillas, las pérgolas y son típicos los jardines bioclimáticos, perfectos para refrescar ambientes sin necesidad de requerir un excesivo riego.

Los jardines bioclimáticos consumen muy poca agua gracias a su diseño y, sobre todo, a una inteligente selección de especies vegetales que, si por un lado precisan poco riego por otro están adaptadas al entorno, con lo que son más fáciles de cuidar y no dependen tanto del riego.

Con información de Ecología Verde.

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