¿Compañeros tóxicos? Sigue estos consejos para lidiar con ellos en el trabajo
Sin importar el ámbito en el que trabajemos, conviviremos con varios tipos de personas. No todas nos agradarán e incluso nos pueden hacer la vida “de cuadritos”, pero es importante recordar que ganamos más si enfocamos nuestras energías en algo positivo y aceptamos que este tipo de compañeros son parte de la vida laboral.
Una encuesta hecha por OCCMundial arrojó que el ambiente laboral es uno de los factores más decisivos para lograr un bienestar en el trabajo, por lo que cuando tenemos problemas en esta rubro, sus efectos pueden afectar más allá de la oficina, llegando a nuestra vida personal.
Por tal motivo, te compartimos estos seis tips para lidiar con este tipo de compañeros, para así evitar que estas acciones tóxicas impacten tu desempeño en el trabajo.
1.- Identifica cuál es su naturaleza
Previo a enfrentar a un compañero de trabajo tóxico, hay que entender cuáles son sus comportamientos y ver qué es lo que busca lograr con ellos, algunos ejemplos son:
- Protagonista: Se adueña de las conversaciones en juntas y reuniones, impone su punto de vista y demerita el de los demás. Es muy competitivo y no le importa actuar con deslealtad para alcanzar sus objetivos.
- Informal: El clásico compañero que no respeta tiempos de entrega, no sigue instrucciones y menos llega a tiempo a reuniones de trabajo.
- Chismoso: Todos hemos tenido un compañero de trabajo que difunde información sobre otros colegas y en ocasiones puede actuar como espía del jefe o supervisor para dar detalles irrelevantes a los superiores o información que puede perjudicar a otros trabajadores.
- Descalificador: Nunca está de acuerdo con tus propuestas o ideas, por lo que descalifica al compañero en privado o peor aún, en público.
- Flojo: Aquel que no hace sus actividades o las hace deficientemente. Esto hace que las consecuencias repercutan en el trabajo de todo el equipo.
- Manipulador: Es astuto y nocivo para el ambiente laboral. La mayoría tiene una gran relación con el jefe o Recursos Humanos y suele poseer alguna de las características anteriores.
Gran parte de estas actitudes están relacionadas con una persona con baja autoestima y mucha inseguridad, por lo cual usan estos comportamientos para hacer miserable la vida de otros y sentirse menos insatisfechos consigo mismos.
2.- Ve si el problema es contigo
La clave para neutralizar el efecto que genera un compañero tóxico es identificar si la agresión es contra nosotros o se extiende a otros miembros del equipo.
Si se trata de lo segundo es más fácil abordar el conflicto, porque de seguro habrá otras personas que compartan la molestia y puedan resolverlo colectivamente.
No obstante, si es personal, deberás enfocarte en analizar qué sucede, cómo te afecta y cómo responder inteligentemente a los ataques.
3.- Neutraliza tus emociones
Puede ser la parte más difícil del proceso, pues es normal sentirse agredido cuando un compañero tiene un comportamiento grosero hacia ti, pero la clave para poder responder a la situación es proteger tu autoestima y no permitir que esa acción te haga perder el control de tus emociones.
En su lugar, piensa en las cualidades que tienes como empleado, la retroalimentación positiva que has tenido por parte de tu jefe y hasta otros colegas, así como los resultados que has obtenido.
Así, prepárate para actuar, porque recuerda que para detener a un ‘bully’, debes tomar cartas en el asunto.
4.- No lo dejes pasar
Bastan un par de actitudes hostiles para actuar, pues mientras más esperes para poner un alto a la situación, más te costará dominarla. Cuando permitimos que una persona nos moleste durante mucho tiempo, el enojo y la frustración se acumulan, esta persona logra dominar nuestro estado de ánimo.
No hacer nada al respecto es como decirle a la persona en cuestión que es correcto que te siga tratando de esa manera. Puede ser que la primera vez que alguien tuvo esa actitud, te paralizaras o “sacaras de onda”, pero es importante analizarlo de inmediato y actuar.
5.- No te quejes con otros
Evita mayores problemas compartiendo con cada uno de tus compañeros la actitud del colega en cuestión, lo recomendable es afrontarlo directamente con él.
Comentar con otros lo que ocurre te puede hacer ver como una persona quejumbrosa y problemática. Ponte a pensar, ¿los demás pueden resolver el conflicto? ¿sirve de algo que le cuentes a toda la oficina las malas actitudes del colega?
Quizás te sirva para liberar la tensión, pero al final no solucionará las cosas.
Si hablar directamente con el involucrado no resuelve el conflicto, intenta comentarlo con tu jefe inmediato, con total confidencialidad y solo si las actitudes de tu compañero afectan directamente en tu trabajo.
6.- Cuidado con el contrataque
Reaccionar agresivamente ante una conducta mala es lo más común y lo que espera el agresor, por lo que al contestar con enojo damos fuerza a la otra persona, al ver el poder que tiene sus acciones con nosotros.
Procura responder con amabilidad y calma, pues así el agresor se queda sin armas al no permitirle tomar el control de la situación ni ceder ante la provocación, una actitud que el ‘bully’ no se espera.
Manejar tus propias emociones y reacciones siempre es la forma más inteligente de controlar a un fastidioso. Por eso, enfócate más en ti y menos en él o ella, observa los resultados que tendrás.
Con información de OCC Mundial.