Consumir alimentos ultraprocesados afectaría la salud mental, revelan expertos
En la actualidad es común el consumo de alimentos ultraprocesados entre las personas, sea por darse un gusto, por falta de tiempo o por ser de bajo costo. El problema es que están hechos de grasas, aceites y azúcares, por lo que resultan poco saludables, no solo para la salud física, sino también para la salud mental.
Y es que una reciente investigación encontró que estos productos la afectarían negativamente: Entre las 10 mil 359 personas adultas se encontró un vínculo entre este tipo de alimentos con diferentes cuadros de ansiedad y depresión leve, lo cual llevó a la conclusión de que quienes consumen mayor cantidad de comida así, presentan más síntomas de este tipo.
Dicho estudio fue realizado por la Facultad de Medicina Schmidt, en la Universidad Atlántica de Florida, la cual tenía como objetivo evaluar la conexión entre la ingesta de estos productos y su posible impacto en la salud mental.
Por ello, se analizó una muestra representativa de la población de Estados Unidos, sobre la que los especialistas midieron la cantidad de días en los que se presentaba tanto ansiedad como depresión leve. Los resultados fueron publicados en la revista Public Health Nutrition, arrojando lo siguiente.
Las personas que consumieron la mayor cantidad de alimentos ultraprocesados tuvieron aumentos estadísticamente significativos en los síntomas mencionados, así como días de insalubridad mental y días de ansiedad, esto en comparación con quienes ingerían una menor cantidad de esta comida y que participaron en el estudio.
También tenían tasas más bajas, significativamente, en reporte de cero días ansiosos y cero días mentalmente insalubres. Los investigadores indicaron que los hallazgos son aplicables a todo Estados Unidos, así como a otros países occidentales con niveles similares de consumo de alimentos ultraprocesados.
“El ultraprocesamiento de los alimentos agota su valor nutricional y también aumenta la cantidad de calorías. Estos alimentos “tienden a tener un alto contenido de azúcar agregado, grasas saturadas y sal, mientras que son bajos en proteínas, fibra, vitaminas, minerales y fitoquímicos”, explicó Eric Hecht, profesional del equipo investigador, que necesita investigación epidemiológica para probar las hipótesis formuladas a partir de estos datos.
De acuerdo con cifras de la OMS, estos datos equivalían, en 2019, a 970 millones de personas, pero con la pandemia de Covid-19 que inició en 2020, los números se incrementaron considerablemente.
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