¡Cuidado! Estas son algunas características de las personas agresivas
La agresividad es una de las características que más afectan a las relaciones sociales, e incluso muchas de las sesiones de terapia individual o de pareja tienen que ver con pacientes que experimentan problemas para gestionar la ira.
En esta ocasión revisaremos cuáles son las características típicas de las personas agresivas, con diferentes patrones de comportamiento asociados a la hostilidad, búsqueda de confrontación con los demás o por el simple gusto de intimidar o violencia física o verbal.
Cada caso es distinto, pues no todas las personas agresivas presentan todos estos rasgos, pero sí nos ayuda a orientarnos para detectar este tipo de problemas
Características de las personas agresivas
Dificultad para convencer en debates y discusiones
Tienen problemas para hacer que sus ideas sean aceptadas, esto pues al ver que otros están en desacuerdo con lo que dice, surgen dificultades para reprimir su enfado y frustración.
Dicha irritabilidad le impide pensar de manera calmada y racional para argumentar bien, además de que se vuelve desagradable ante los ojos de los demás, a quienes da una imagen negativa y hostil.
Lo anterior hace que las personas agresivas tengan más probabilidades de ‘perder’ una discusión o de ganarla en apariencia a través de la intimidación, más que porque convenció al resto genuinamente.
Controladoras en relaciones de pareja
Son propensas a tratar de controlar a sus parejas y también expresan sus celos fácilmente, en situaciones muy variadas, ante el menor rastro de incertidumbre y ambigüedad sobre lo que está ocurriendo.
Ven las bromas como una amenaza
Las bromas que hacen otras personas pueden ser interpretadas como una ofensa por alguien predispuesto a ver indirectas en frases sin un significado claro. Esto es algo que ocurre frecuentemente, quienes se ponen a la defensiva por si acaso hay que hacerse valer ante las burlas, que no existen.
Les cuesta pedir perdón
Muchas veces se disculpan de forma técnica, pero con un tono de voz y un lenguaje no verbal que no es convincente.
Esta resistencia puede ocurrir debido a la tendencia a las reacciones agresivas implicaría tendría que disculparse con mucha frecuencia, algo que resulta difícil de aceptar, a no ser que exista una verdadera implicación en el proceso de mejora personal y de superación de esa actitud hostil.
Culpan a los demás de sus errores
Si las personas agresivas se enojan regularmente, es porque, entre otras cosas, sin darse cuenta se inventan muchas razones por las que enfadarse.
Lo anterior porque atribuyen a otros buena parte de sus errores, haciendo ver que si algo no les ha salido bien, es culpa de otros que ni tuvieron que ver con lo que salió mal.
Esto puede dar pie a que ocurran situaciones de gaslighting, es decir, tratar de hacer creer a otros que han hecho cosas que están mal para no hacerse responsables de lo ocurrido.
Son impulsivos en la toma de decisiones
Es más fácil que las personas agresivas tengan un estilo de compra basado en la improvisación, lo que deja ver su mala gestión de la ira.
Tienen mayor probabilidad de abusar de sustancias adictivas
Son más vulnerables a las adicciones, ante las cuales ceden fácilmente; de hecho, muchas veces estas agudizan su mala gestión de la ira, volviéndolas más agresivas.
Rompen amistades fácilmente
Por sus cambios de humor rápidos y su tendencia a generar discusiones de la nada, estas personas tienen problemas para conservar amistades, por lo cual tampoco se esfuerzan mucho con las que tienen.
Resentimiento por conflictos pasados
Por su tendencia a centrar su atención en el lado más cruel y hostil de la vida, tienen presente a quienes han ido en su contra en algún momento del pasado, lo cual se refleja en la actitud que muestran ante ellas.
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