Salud

¿Día complicado en la oficina? Te compartimos 12 consejos prácticos para relajarte en tu trabajo

Fotografía de Freepik.

Sentir estrés en nuestra jornada laboral es algo inevitable, si bien hay trabajos que son más arriesgados que otros, aquellos que se desempeñan en una oficina pueden llegar a ser agobiantes.

Quizás estamos sentados y no hay mayor peligro en esto, pero la presión de tener que cumplir con lo que nos piden puede ser abrumador.

No obstante, algo que debemos tener en cuenta es que para ser un buen elemento y desempeñar nuestras funciones correctamente, debemos estar relajados. El estrés es el enemigo de la productividad y de la salud mental, por tal motivo, te compartiremos una serie de técnicas para que puedas relajarte aunque estés en la oficina.

1.- Ejercicios de respiración

Respirar profundamente es uno de los ejercicios más comunes para llegar a un estado de relajación. Cierra los ojos y respira lo más hondo que puedas, asegurándote de que el aire llena poco a poco tu abdomen; mantenlo unos cuantos segundos en tus pulmones y exhala muy despacio, siempre por la nariz.

Repite esta acción unas cuantas veces, de forma calmada y lenta. Una pauta a seguir puede ser la regla del 4-7-8: inhalar el aire por la nariz durante 4 segundos, aguantar la respiración durante 7 y expulsarlo lentamente durante 8.

2.- Buena postura

No podemos estar relajados si estamos en una postura incómoda, lo cual es especialmente importante si pasamos muchas horas al día sentados frente a una computadora. A medida que nos descuidamos, podemos quedarnos encallados en una postura poco natural, con la espalda curvada y poniendo demasiada presión en las cervicales.

Debemos asegurarnos que nuestra silla es ergonómica y esté colocada a una altura que nos vaya bien para trabajar.

Es fundamental que aprovechemos la forma de la silla, apoyando nuestra espalda en el respaldo y manteniéndola bien recta. En la medida de lo posible debemos apoyar las cervicales para ahorrarnos todo tipo de molestias físicas como contracturas, dolores de cabeza o mareos, además de que como no estaremos en tensión no caeremos en estrés estando en nuestro puesto de trabajo.

3.- Estirar los brazos

Esta técnica se recomienda especialmente a quienes suelen pasar muchas horas retraídos. Muchas personas ignoran la importancia de estirar los brazos, lo que hace que sientan con mucha frecuencia dolores de hombros y muñecas.

Para estirar los brazos no requerimos de mucho espacio ni material especial. Puedes hacerlo parado o sentado, llevando los brazos hacia adelante, paralelos al suelo y después con las palmas afuera; los dedos apuntan primero al techo y después al suelo, haciendo rotaciones con las muñecas para relajar un poco más la zona.

4.- Girar la cabeza

Esta es una de las partes que más se resienten cuando trabajamos en oficina. Para relajarla, podemos moverla en todas direcciones, siempre haciendo movimientos suaves y lentos, jamás en forma brusca.

Mueve la cabeza arriba y abajo varias veces, luego de derecha e izquierda, y luego con giros de 360° hacia los lados.

También puedes colocar la palma de la mano derecha sobre la oreja izquierda y, suavemente, ejercer un poco de presión hacia el hombre derecho, estirando un poco la nuca hacia un lado. Luego lo haremos con el lado contrario y en cada tanda estaremos entre 30 segundos y un minuto en esta posición.

Empresaria relajando los músculos después de terminar el trabajo Foto gratis

5.- Teletransportarse a otro mundo

Estar todo el día observando la pantalla con el procesador de textos abierto es aburrido. Los colores agradables rara vez abundan en este tipo de contexto, por lo que llega un momento en el que empezamos a ver el mundo en blanco y negro.

Para romper con la monotonía, podemos pasar de una visión en blanco con letras en negro a uno multicolor viendo durante unos cuantos minutos un paisaje agradable y colorido. Podemos usar la técnica de la visualización, que consiste en cerrar los ojos e imaginarse un paisaje agradable, el que más paz interior nos traiga.

Si no somos muy buenos imaginando cosa,s lo que podemos hacer es buscar en internet una fotografía agradable como un campo de coloridos tulipanes holandeses, las azuladas aguas del Caribe o un paisaje tradicional japonés. Imaginémonos que nos hemos teletransportado ahí y que podemos oír, oler y sentir lo que estamos viendo.

6.- Relajar los ojos

Unos ojos constantemente activos son más propensos a secarse y desarrollar patologías, como infecciones. Por esto es importante apartarnos un momento del monitor y los movamos un poco.

Un buen ejercicio consiste en cerrar los párpados, dibujando con los ojos el signo de infinito (∞) unas diez veces. También podemos hacerlo con los ojos abiertos, aunque es más probable que nos mareemos si nos pasamos con la velocidad. Este ejercicio no es difícil de hacer y tampoco necesitamos ningún material, con lo cual es una actividad perfecta.

7.-Escuchar música

Si no eres de los que se desconcentra cuando escucha música, puedes probar ponerla mientras haces tus tareas. Ponte unos audífonos y escucha tus canciones favoritas, lo cual hará que tu trabajo pase de ser estresante a más divertido y ameno, haciendo que se te pase volando la jornada laboral.

8.- Observar por la ventana

Quizás nuestra oficina tenga una ventana con un interesante paisaje, sea el que sea. Puede que no sea gran cosa, pero esto es mucho mejor que el cubículo en el que nos encontramos metidos.

Podemos mirar a través de ella, entreteniéndonos un rato observando qué es lo que hace la gente en la calle, el clima que hace, la forma de las nubes, si hay algún detalle en los edificios de enfrente que no nos habíamos fijado…

Todo lo que nos puede ofrecer una simple perspectiva de algo tan mundano como es la calle en donde se encuentra nuestra oficina es tan inmenso que nunca nos dejará de sorprender. Incluso puede hacer que nos dé alguna que otra idea, haciéndonos nuestro trabajo más creativo y ameno.

Empresaria participa en reunión online Foto gratis

9.- Caminar

Por sus labores, muchas personas no consiguen el objetivo recomendado por la OMS de hacer 8 mil y 10 mil pasos al día. Muchos pueden creer que son demasiados, pero no se tarda más de una hora en hacerlo y hasta se puede conseguir en el puesto de trabajo, caminando por los pasillos o subiendo escaleras.

Cuando hablamos de caminar para relajarte en la oficina no hablamos de estar haciéndolo mientras se habla por el teléfono o se consulta el móvil, sino de solamente caminar.

En nuestras caminatas por el edificio podemos visitar a un compañero que no esté demasiado ocupado, ver más a fondo cómo es el edificio en el que trabajamos o ir a tomarnos un tentempié saludable, un vaso de agua o una infusión.

Si el té o el café nos relajan también los podemos tomar, pero hay que tener en cuenta que estas bebidas tienen metilxantinas, sustancias que nos pueden sobreestimular y provocarnos estrés.

10.- Ejercitar las piernas

Podemos ponernos de pie y ejercitar brevemente las piernas, lo cual es necesario porque nuestras extremidades se acaban cansando de pasarnos tantas horas sentados y sin movernos, especialmente si estamos en un trabajo en el que se hace difícil dar paseos por la empresa o sus alrededores.

Al ponernos de pie podemos elevar una rodilla hasta que forme un ángulo de 90° con respecto del tronco y nos mantenemos así durante unos cuantos segundos. Si no tenemos problemas de equilibrio, podemos estar así unos 30 segundos o un minuto. Luego repetimos el ejercicio pero con la otra pierna.

11.- Meditar

Meditar es también una de las técnicas más recomendadas para poder relajarse. Sin embargo, hay un problema: una oficina no es un salón de yoga. El espacio es más reducido y hay más distractores.

Afortunadamente, no hace falta cumplir con absolutamente todos los requisitos para meditar, siempre y cuando consigamos relajarnos un poquito en la oficina. Por ejemplo, podemos dejar de mirar a la pantalla durante unos 5 minutos, poner música en el celular o en la computadora y cerrar los ojos.

12.- Tomar descansos

Recuerda que el buen trabajador no es el que no para ni un momento, sino el que sabe gestionar su tiempo. En ocasiones, algo tan simple como guardarse 5 minutos cada hora a modo de un breve ‘break’ sirve más para que nuestra energía no decaiga.

Además, dado que nos cuesta estar concentrados y atentos durante más de 50 minutos, no podemos esperar hacer bien nuestro trabajo si nos dedicamos 3 horas seguidas sin descanso alguno a hacer lo que estemos haciendo. Hay que recargar energías de alguna forma, y hacer estos pequeños descansos puede ser de mucha ayuda.

Con información de Psicología y Mente.

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