¿Cómo puedo evitar ofenderme por todo?
Todos los días interactuamos con muchas personas, con algunas coincidimos y con otras no, lo que implica que en algún momento podemos sentirnos ofendidos por sus acciones.
Hay que comprender que no todos piensan de la misma forma que nosotros, pero si nos dejamos llevar por el enojo que sentimos cuando alguien dice que no está de acuerdo con nosotros, gastaremos mucha energía que puede sernos útil para otros asuntos.
Al no poder gestionar tus emociones por opiniones de otros, te molestarás y sentirás te atacado, pero para evitarlo, compartiremos algunas estrategias que pueden ayudarnos a dejar de ofendernos por ciertas actitudes.
No podemos controlar las acciones de los demás, pero sí la importancia que le damos, y por lo tanto, la intensidad del enfado que manifestamos. Quienes son más propensos a ofenderse son las personas que muestran menos empatía, lo que significa que aplican su propio código de conducta al evaluar la de otros.
Primero que nada, ¿qué es la ofensa?
Es la interpretación que cada persona le da a la situación que está viviendo; puede surgir por una acción o comentario que le recuerda eventos similares anteriores y que haya experimentado las mismas emociones, ya sea por el aumento de sensaciones desagradables que tiene, baja autoestima y el deseo o necesidad de venganza.
Hay que aceptar que cada quien tiene su propia opinión, pues esto nos evitará molestias y nos enseñará a no cuestionar las ideas de otros, aceptándolas como válidas y respetándolas.
Tomando como ejemplo a las personas que no se ofenden fácilmente, esto sucede porque le dan un corto periodo a la valoración de un posible roce o desaprobación, además de que no invierten tiempo en interpretar los motivos que les llevan a actuar o hablar de cierta forma; evalúan el hecho sin juzgar a otras personas.
Su atención está centrada en el presente, en las personas o cosas que les dan satisfacción; también suelen asumir las críticas constructivas y verlas como una oportunidad para crecer, mientras que las negativas las desechan.
Lo ideal es relajarse y no dejarse llevar por las emociones, sino ser objetivos y tener sentido del humor, que será una herramienta que permite replantearnos lo sucedido y a bajar la intensidad de la emoción negativa que estamos sintiendo.
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