Lecciones de vida que toda mujer aprende en sus veintes
Cuando estamos en la adolescencia, vivimos ciertas experiencias que nos dan esa sensación de saberlo todo; en ese momento nuestros padres nos ayudan a lidiar con el temperamento descontrolado y soberbia propia de la etapa.
No obstante, hay ciertas lecciones que una mujer aprende al momento de llegar a sus años veinte. Antes de llegar a esta edad, creemos que viviremos el resto de nuestra vida con la libertad de poder hacer todo aquello que en ese momento no nos permiten hacer.
Después, ya que estamos entrando a dicha etapa de nuestra vida, empezamos a ver que nuestras creencias se ponen en tela de juicio. Atravesamos varias crisis existenciales, nos enfrentamos a nuestros miedos, nos empezamos a conocer a nosotros mismos realmente y aprendemos lecciones de vida que nos marcan.
Hay tres aprendizajes específicos que todas merecemos haber adquirido en este punto de nuestra vida, y si no fue tu caso, no te preocupes, que nunca es tarde.
- Sentirás que tu vida se desbarata
En esta década es donde más errores cometerás, donde más herido saldrá tu corazón e incluso sentirás que has fracasado en todas tus metas. Te puedes llegar a sentir muy perdida, hasta el punto de caer en depresión: Si lo estás viviendo, te aseguramos que estarás bien.
Cuando salimos de la adolescencia estamos llenas de sueños, ilusiones y expectativas sobre nuestro futuro, pero cuando vemos cómo funciona en realidad el mundo y que no es nada de lo que esperamos, es normal sentir que todo se desmorona. Al final de cuentas, estamos viviendo una especie de reestructuración.
- Las personas son temporales
Amigos, parejas y hasta la familia, todos los que forman parte de tu vida, en algún momento dejarán de estar ahí, por un motivo u otro. Aunque al principio cuesta, una de las lecciones de vida a las que te enfrentas en esta etapa de tu vida, es el acostumbrarte a las despedidas, además de aprender a relacionarte sin apegos, desde la libertad y con todo el cariño.
- No siempre obtienes lo que quieres
Aquí hay diferentes perspectivas, pues están aquellos que crecieron en un hogar donde les dieron todo lo que quisieron, y cuando se enfrentan a la cruda realidad, aprenden otra lección de vida valiosa y es que no siempre obtendrás aquello que tanto deseas.
También están los que vivieron lo contrario, porque crecieron acostumbrados a no tener lo que querían, así que al experimentar la realidad no tienen mayor sorpresa. Sin importar cuál sea tu caso, incluso si no es ninguno de estos, comprendes que, aunque no siempre tienes lo que deseas, sí lo que necesitas, aunque en ese momento no sepas por qué.
Con información de Soy Aire.
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