¿Por qué es mejor guardar mis ahorros en el banco en lugar de en casa?
Cuando tenemos ahorros, podemos llegar a desconfiar de las instituciones financieras, como los bancos, para proteger nuestro dinero, pues tememos que algo le suceda a ese monto que con tantos esfuerzos hemos guardado.
Por tal motivo, muchos deciden guardar ese efectivo en una alcancía, o bien, bajo el colchón, pues consideran que de esta forma estará más seguro. En el peor de los casos, la persona decidirá no ahorrar.
Quienes prefieren guardar personalmente su dinero en realidad se perjudican, pues dejan atrás sus posibilidades de preservar su dinero y se privan de poder obtener rendimientos por su capital; esto es fácil gracias a los bancos y hasta con los productos de ahorro grupales, pero no cuando uno mismo se encarga de esconder el dinero en casa.
Si lo haces así, almacenándolo nomás porque sí en un cajón del ropero, frasco o alcancía, quedará improductivo y perdiendo su valor.
Cabe mencionar que si bien mil pesos seguirán siendo mil pesos cuando los saques de la alcancía, no te alcanzarán para comprar lo mismo que cuando recién lo depositaste en el “cochinito”, debido a la inflación. Así que mientras el dinero estuvo acumulado allí, los precios fueron a la alza gradualmente.
Si esos mil pesos quedan en tu alcancía durante un año, y la inflación acumulada durante esos doce meses es, por ejemplo, del 4 por ciento, en la práctica ese dinero valdrá 40 pesos menos que cuando lo depositaste, aunque frente a ti estés viendo claramente mil pesos en efectivo.
Mientras tu dinero deje de crecer al mismo ritmo que la inflación, estará perdiendo su valor adquisitivo.
Para contrarrestar sus efectos, lo mejor es dejar la desconfianza de lado y aprovechar una cuenta de ahorro que te dé intereses por tener el dinero allí guardado. Lo ideal es encontrar un instrumento que te proporcione un rendimiento más alto que la tasa de inflación, para que conserve su valor a través del tiempo.
Con información de Mi Bolsillo.