Por qué los árboles de Navidad naturales benefician la salud mental
La Navidad tiene muchos significados y elementos que la conforman, pero uno de los más representativos es el árbol adornado con ornamentos brillantes y luces relucientes, acompañado por el aroma a cítricos, jengibre y pino, característicos de los alimentos que cenaremos el día 24.
Pero, ¿sabías que colocar el árbol de Navidad en el mes de diciembre es una manera de cuidar de nuestra salud mental?
Antes que nada, cabe mencionar que la tradición de los árboles navideños inició en Alemania, en el siglo XVI, y se extendió a otros países en los siguientes tres siglos. El pino artificial se inventó en Estados Unidos y los de plástico que conocemos actualmente, surgieron entre las décadas de los 50 y 60.
Esta versión artificial ha ganado popularidad por su practicidad y longevidad, aunque según la ciencia, los naturales ofrecen grandes beneficios a la salud mental al reducir el estrés.
Estudios hechos por expertos señalan que estar en contacto con la naturaleza, en este caso con los pinos navideños, impactan positivamente el bienestar de una persona.
Tener un árbol de Navidad natural tiene una serie de beneficios para la salud mental, entre ellos la reducción de la ansiedad y la depresión, según Charlie Hall, profesor de la Universidad Texas A&M in College Station, debido a que la gente tiende a ser compasiva en presencia de plantas vivas en casa, entre ellas el pino.
También es beneficioso ir con tu familia a escoger el árbol de Navidad, pues esto promueve la unión y mejora la salud psicológica.
Los árboles artificiales también tienen una oportunidad, pues aunque no se puede oler o sentir igual que uno natural, podemos insertar esencias en sus ramas para ayudar a evocar los recuerdos con la misma facilidad que lo haría uno real.
Además, adornarlo en compañía de los nuestros también fomenta la unión y nos deja contentos de ver los ornamentos tan lindos que colocamos, dándonos la felicidad y esperanza propias de esta temporada.
Con información de Soy Aire.