Cocina

Postres mexicanos que pueden conquistar a cualquier extranjero

México es reconocido a nivel mundial por una gastronomía sofisticada y de delicioso sabor, capaz de enamorar todos los sentidos. Por ello ha sido nombrada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. En la comida nacional hay historia, identidad, creatividad y un sabor peculiar que la distingue alrededor del mundo. México es definido en gran parte por el impacto que la comida tiene dentro de sus fronteras y fuera de ellas.

Echa un vistazo a tu alrededor cuando andes por la calle y te darás cuenta de que este país mueve gran parte de su actividad cultural, económica y familiar en torno a la alimentación. En cada esquina, en cada colonia, en cada avenida principal hay puestos ambulantes o formalmente establecidos de comida. Las personas de todas las edades se deleitan con platillos tradicionales o exóticos como si en ello se les fuera la vida.

Los extranjeros se enamoran a primera vista de este espectáculo urbano. Cuando se trata de postres, muchos caen rendidos ante la variedad de sabores, colores y formas. Enamora a un extranjero con las siguientes delicias para que encarriles su corazón hacia el tuyo…

Churros

El placer de comer un churro espolvoreado con azúcar, acompañado de un café o chocolate caliente, en compañía de la familia en una noche fría… es inmenso. Pero ver a un extranjero chuparse los dedos ante este sencillo pero delicioso postre es una sensación aparte. Si tienes una novia o novio de otro país y viene por primera vez a México, es tu obligación como mexicano mostrarle este tradicional postre que hará que su paladar se deleite.
Cabe destacar que su origen no es en realidad mexicano: se remontan a China, donde se consumen unos unos rollos de masa llamados “youtiao”; sin embargo, es tanto el arraigo que tienen en nuestra cultura que es casi como si los churros fueran una parte de México.

Rompope

Tal vez si se trata de un polaco, finlandés o alemán, acostumbrado al fuerte sabor del vodka o la cerveza, el rompope le parezca una bebida infantil, pero no dejes pasar la oportunidad de darle a probar esta bebida dulce, ideal para después de una buena comida. Hecha a base de canela, huevos y azúcar, esta bebida de múltiples sabores comenzó a prepararse originalmente en los conventos mexicanos. Es muy fácil de conseguir, así que no hay pretexto para no hacerse una botella y darle a un extranjero un poco de dulzura en su paladar, aparte de un beso tuyo.

Pan de elote

Es un postre muy básico que, pese a su sencillo sabor y apariencia, siempre se disfruta al lado de un café, chocolate o leche caliente. Siempre es un buen momento para disfrutar de una rebanada de este pan. A los extranjeros sueles gustarle porque no es en extremo dulce ni tiene un sabor seco, así que se adapta fácilmente a todos los paladares. Apareció en la comida mexicana alrededor de la década de 1930, pero se hizo popular hasta los 50 o 60. Suele asociarse con las típicas “recetas o platillos de la abuelita”. Este esponjoso pan es ideal para que comportas con un extranjero un momento agradable al lado del fuego.

Tamales

¿Hay algo más mexicano que los tamales? Sabemos que la mayoría de los extranjeros no tienen un estómago acostumbrado al picante o los alimentos demasiado condimentados. Por lo tanto, un tamal de fresa es una buena opción para encaminarlo a los fascinantes sabores mexicanos porque es mucho más ligero y noble. Seguro quedará encantado con la consistencia y sabor de este postre que ya se preparaba desde antes del tiempo de la conquista española. Un tamal es mostrarle un poco de nuestra historia a los extranjeros y una manera eficaz de conquistar su estómago y su corazón.

Dulce de calabaza

Con el pretexto de mostrarle uno de los platillos típicos de la festividad de Muertos, prepara a tu amiga o amigo extranjero un delicioso dulce de calabaza. O si no, váyanse a un pueblo mágico para que ambos disfruten de este legendario postre. Es una opción más sana que seguro le atraerá por el significado y el sabor que tiene.

Camotes poblanos

Hasta Puebla lleva a tu amigo o amiga para que conozca una de las ciudades más hermosas de México, para que contemple de cerca la majestuosidad de los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl, y recorran juntos las cientos de iglesias que se pueden visitar en esta ciudad. De paso, podrán probar los tradicionales camotes poblanos, un postre riquísimo para después de las comidas o para disfrutarse cuando se desplacen en autobús o automóvil. Se venden por doquier en Puebla. Como dato histórico, el camote es un tubérculo que se cultiva en México desde hace varios siglos. Al igual que con el rompope, el dulce de camote fue una invención de las monjas de los conventos.

Ate

Para los postres mexicanos no hay límites de sabores, tamaños, texturas o colores. El ate es uno de los postres más ricos que existen en nuestras fronteras. Su sabor va desde el tradicional ate de guayaba hasta el de pera, manzana, calabaza, mango o tejocote. Su receta se basa en el dulce de membrillo y tiene sus orígenes en el Virreinato de la Nueva España. Un extranjero deseoso de probar algo dulce que lo haga sentirse próximo al pueblo mexicano sabrá apreciar las riquísimas variantes del ate.

Buñuelos

Tal vez a un extranjero no le agrade demasiado saber que este postre tradicional se fría en abundante aceite, especialmente si su estómago no está acostumbrado a comer tanta grasa, pero el sabor de los buñuelos es tan delicioso que lo tienes que invitar a probarlo. Acompañado de un café o chocolate, el sabor de un buñuelo de multiplica hacia grandes dimensiones.

Al igual que los churros, no son de origen nacional: provienen en realidad de Cataluña. Con el correr de las décadas, los hemos adoptado como parte de nuestra cultura gastronómica y no hay mexicano que se precie que no disfrute de su sabor.

Fuente: http://culturacolectiva.com/postres-mexicanos-que-conquistan-a-cualquier-extranjero/

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