¿Sabes de dónde vienen de las piñatas? ¡Aquí te lo decimos!
¿Quién no le ha pegado a una piñata? Chicos y grandes hemos disfrutado de esta divertida tradición en México, ya sea en algún cumpleaños, posada u otro tipo de celebración, sobre todo esperando el momento en el que caigan los deliciosos dulces que guarda.
Pero, ¿alguna vez te has preguntado de quién fue la idea de crear la piñata?
Para saberlo, debemos remontarnos muchos años atrás. Aunque la mayoría identificamos las piñatas como parte de la cultura mexicana, la realidad es que vienen desde China, según las anotaciones de Marco Polo.
El viajero italiano relató cómo vio a los chinos confeccionar una figura de buey o vaca cubierta con papeles a la cual colgaban instrumentos agrícolas. Esta pieza hueca se utilizaba en una ceremonia a comienzos de la primavera, misma que coincidía con el Año Nuevo Chino. Los colores que tenía la figura iban en relación con la agricultura y las características que tendría el año venidero.
Se rellenaba de semillas de cinco clases que caían al suelo cuando la persona la golpeaba con varas de varios colores. Al quebrarla por completo, se quemaba el papel y la gente procuraba llevarse un poco de su ceniza, que era considerada de la buena suerte.
Posteriormente, la tradición llegó a Europa, donde era considerada un rito religioso. Se usaba la piñata, una olla de barro repleta de dulces, como parte de la celebración de la cuaresma y para romperla, las personas se vendaban los ojos.
Con el tiempo se empezó a utilizar para celebraciones populares y en 1519 los conquistadores la trajeron a México, donde se hizo todavía más popular.
Alrededor de 1586, después de la conquista española, los sacerdotes recibieron autorización del Papa Sixto V para celebrar las “misas de aguinaldo”, que después se convirtieron en lo que conocemos actualmente como las posadas.
En días previos a la Navidad los padres incluyeron la piñata, que en un principio se usaba para celebrar la evangelización de los nativos de la región.
Si bien ahora las piñatas tienen muchas formas, las originales tenían siete picos que representaban los siete pecados capitales: soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza.
La piñata en sí representaba la voluntad para vencer esos pecados y los dulces que contenía, las bondades del reino de los cielos. Además, la enseñanza de quebrarla era vencer al mal y así recibir la recompensa, mientras que el palo significaba la fuerza para romper con falsos deleites y los colores brillantes, las tentaciones.
Con los años hubo cambios en las piñatas, pues ahora es común verla en fiestas infantiles y en posadas, con varias formas, pero siempre representando un momento divertido para quienes disfrutamos de romperlas y sobre todo, de tomar algunos dulces.
Con información de Vix.