Sal de tu zona de confort: Siete claves para lograrlo
En mayor o menor medida, todos hemos estado en la zona de confort: el estado mental que no permite nuestro crecimiento personal y todos aquellos fenómenos vinculados con el aprendizaje de conductas que nos hacen lograr un alto grado de satisfacción con la forma en que vivimos la vida.
Si bien estar en esta zona de confort puede parecer agradable, no es un sitio en el cual nos sintamos estimulados. A largo plazo, no salir de ella puede provocar un sentimiento de vacío y apatía.
¿Qué es lo que nos mantiene anclados? Existen diversos motivos por los cuales debemos abandonar la rutina, dejar el pasado atrás y salir a comernos al mundo, dispuestos a perseguir nuestros sueños.
Cada quién tendrá sus propias razones para hacerlo, pero a continuación te presentamos algunos consejos para ayudarte a comenzar.
- Desafíate y rinde al máximo:
Salir de esa zona de confort es necesario para nuestro crecimiento personal. Piensa, ¿crees que llegarás al lugar que quieres llegar haciendo únicamente lo justo y necesario? Llegar a la cima requiere el riesgo de hacer cosas que no se nos dan tan bien o que nos provocan cierto miedo o inseguridad, al menos al principio.
Un poco de ansiedad puede ser de beneficio para nuestro rendimiento, lo que nos permite crecer profesionalmente. Convierte esas situaciones que te generan ansiedad en situaciones que te emocionen.
- Actúa en el sentido opuesto según tu forma de hacer las cosas:
Piensa en las situaciones que puedan obligarte a salir de tu zona de confort. Puedes experimentar con actividades que nunca asociarías contigo, involucrarte en proyectos creativos que te fuercen a pensar de manera diferente, todo para vivir contextos que te desafíen a adaptarte.
Si te propones gestionar los cambios, y estos no son excesivamente extremos, harán que te vuelvas más flexible y asumas mejor la variabilidad.
- Busca cambios materiales en las cosas que te rodean:
Nada como exponerse a ambientes nuevos para hacer cosas a las que no estamos acostumbrados. La clave está en proponértelo, cambiando la clase de espacios en los que te encuentras.
¿Qué te parece cambiar tu manera de vestir o la decoración de tu casa? ¿Moverte por un entorno distinto, viajar o inclusive vivir a otro lugar?
- Piensa en los cientos de excusas que te vas a poner:
Recuerda que cuanto te pongas metas que resulten incómodas para tu zona de confort, de manera inconsciente te pondrás un montón de excusas para no hacerlo.
Juzga las excusas como lo que son: inventos de nuestra mente que solo tienen como objetivo racionalizar la aceptación de la comodidad.
- Conoce gente nueva:
No necesitas el diálogo perfecto, ni que las personas con las que converses se lleven la mejor imagen de ti. Actúa con naturalidad y todo fluirá como debe ser.
Comprobarás qué fácil pueden funcionar las relaciones con los demás si no se piensa bien lo que se dice.
- Pide el apoyo de familia y amigos:
Si las personas cercanas a ti saben que quieres salir de tu zona de confort, podrían ayudarte a lograrlo. En el caso de que tomes la iniciativa de emprender un nuevo proyecto, te demostrarán su apoyo, lo cual te servirá como refuerzo.
- Dale una oportunidad a tu faceta espiritual:
Existen hábitos como la meditación o el Mindfulness que consiguen mejorar nuestro estado de ánimo y nos liberan de muchas creencias que nos anclan en nuestra zona de confort.
Desarrollar el yo espiritual es una de las formas más prácticas de alcanzar nuestro bienestar emocional, que también nos ayudará a terminar con la rutina.
Con información de Psicología y Mente.