Tips que puedes seguir para quitarle lo salado a tus comidas
Consumir platillos que estén muy salados no nomás afecta nuestro disfrute, pues también lo hace con nuestra salud. Para evitar que este sea tu caso, te platicaremos de algunas maneras en las que podemos equilibrar el sabor y reducir el exceso de sal en las comidas, sin comprometer su sabor.
Algunas prácticas comunes para reducir el sabor salado en la comida incluyen agregar ingredientes ácidos o dulces para contrarrestar la salinidad, por ejemplo, el uso del vinagre, jugo de limón o azúcar. No obstante, estas son otras ideas para ayudarte a lograr mejores resultados:
Aumenta los ingredientes no salados
Agrega vegetales frescos, hierbas aromáticas o especias, para realzar los sabores naturales y diluir el exceso de sal; además, esto dará textura y variedad a la comida.
Enjuaga y remoja
Si el alimento ya preparado es demasiado salado, puedes enjuagarlos con agua fría o remojarlos durante unos minutos antes de cocinarlos, lo cual ayudará a eliminar parte de la sal presente en ellos.
Utiliza productos bajos en sodio
Reemplaza los productos con alto sodio por otra versión baja en sal; decídete por caldos, salsas o aderezos reducidos en sodio para controlar mejor la cantidad de sal en tus recetas.
Cocina sin sal y agrega al final
En lugar de añadir la sal durante la cocción, trata de cocinar sin ella y echar una pequeña cantidad, de ser necesario. Esto te permitirá tener mejor control sobre la cantidad de sal que se incorpora en el plato final.
Equilibra con sabores intensos
Utiliza ingredientes con sabores fuertes y ricos para equilibrar el sabor salado, como ajo, cebolla, limón, pimienta negra o hierbas frescas para realzar los demás sabores y reducir lo salado.
Agrega lácteos
Productos como la leche, crema o yogurt pueden ayudar a disminuir lo salado, y agregarlo a salsas o guisos puede ayudar a suavizar el sabor y equilibrar los sabores en general.
Diluye con líquidos
Si la comida está demasiado salada, puedes diluir el exceso de sal agregando líquidos adicionales, como agua, caldo bajo en sodio o jugo de limón. Esto ayudará a dispersar la sal y suavizará el sabor en general.
Hay que destacar que cada plato es único y puede haber casos en los que estos consejos no sean aplicables o deban ser adaptados; además, el sabor de la comida es subjetivo, por lo que encontrar el equilibrio adecuado puede requerir algo de práctica.
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