Preguntas que puedes hacerte para tomar la decisión correcta
Para muchas personas es complicado tomar decisiones y pueden entrar en una especie de “parálisis análisis”, donde prefieren no tomar alguna elección hasta estar completamente seguros.
Esto es algo común, pues todos hemos llegado a sentir incertidumbre frente a alguna situación, sobre todo si involucra a más personas o si cambiará el rumbo de nuestro futuro.
Decisiones como estas traen consigo cualquier tipo de miedo, como a arrepentirnos, a fracasar o a lo desconocido; pero la buena noticia es que nuestra vida está llena de decisiones, pequeñas y grandes, importantes y cotidianas, conscientes e inconscientes.
Recordarlo alivia un poco el miedo y entrena tu capacidad de optar por alguna opción sin paralizarte. Toma en cuenta que la mejor manera de hacerlo es preguntando a la persona indicada: tú.
A continuación te compartimos estas preguntas diseñadas por la coach Sussie More, con el objetivo de que las respondas por escrito y con honestidad. Al terminar podrás llegar a una conclusión que resulte en lo mejor para ti, además de que entrenarás tu habilidad para tomar decisiones.
1.- ¿Desde hace cuánto tiempo he pensado en esto?
En ocasiones nos complicamos con decisiones que no son tan importantes. Una manera de filtrar esas decisiones es reducir el estrés que conlleva es evaluar desde cuando hemos pensado en ello.
2.- ¿Qué siento cuando pienso en este tema?
Ya sea miedo o angustia, estrés o ansiedad, no olvides que las decisiones que tomamos tienen consecuencias físicas y emocionales, por lo que detectar estas sensaciones a tiempo puede ayudarte a saber si estás o no en el camino correcto.
3.- ¿Esta decisión afectará mi vida en cinco años?
Visualiza tu vida unos años más adelante y piensa si dicha decisión cambiará tus planes. Si realmente tiene un impacto a futuro, no lo tomes a la ligera y analiza a profundidad tus pensamientos y motivos en torno a esta situación con el resto de las preguntas.
4.- ¿Qué tan comprometido estoy con este cambio?
Las decisiones importantes conllevan cambios y en ocasiones no estamos comprometidos para enfrentarlos. La idea es que evalúes tu compromiso en una escala del 1 al 5, siendo este el nivel más alto.
5.- ¿Qué otras opciones tengo?
Cerrarte a un pensamiento te impide ver otras posibilidades a tu alrededor. Es cuando escribes todas tus opciones cuando puedes visualizar con claridad y puedes decidir mejor.
Si encontraste algo más, es momento de evaluar ventajas y desventajas, para filtrar las opciones que más te convengan y descartar el resto.
6.- ¿Qué es lo peor que puede pasar si no tomo esta decisión o si me equivoco?
Esta pregunta nos ayuda a enfrentar el miedo, pues en ocasiones las cosas no son tan graves como las imaginamos y el peor panorama se vuelve muy irreal. También nos puede servir para elevar el nivel de importancia y a mantener nuestros ojos abiertos para decidir lo mejor posible.
Recuerda que el estrés no es del todo malo, pues mantiene tu sistema nervioso preparado para actuar, pero todos los excesos son malos.
7.- ¿Es este el momento indicado?
Toma un respiro y concéntrate en el presente, mira a tu alrededor y evalúa tu vida en estos momentos. Si consideras que es el momento adecuado para tomar esta decisión, no te arrepentirás en el futuro.
Contesta con honestidad, sobretodo porque en ocasiones vivimos esperando el momento perfecto para todo. Esperamos a que las condiciones sean ideales para dar el primer paso, pero esto no existe y el crecimiento personal empieza cuando no estamos completamente listos para actuar.
8.- Si no es el momento indicado, ¿entonces cuándo?
Sé objetivo y realista con esta pregunta, procura darle un tiempo concreto y contexto definido. Si respondes cosas como “cuando tenga menos estrés” o “cuando tenga menos responsabilidades”, harás que tu futuro luzca borroso y te confundas más.
Por el contrario, respuestas como: “cuando empiece mi siguiente proyecto en x año” o “cuando en mi cuenta tenga mil pesos”, te dan perspectiva y decisión.
9.- ¿Alguna experiencia pasada puede ayudarme?
La experiencia es la mejor aliada para guiarte y tomar la mejor decisión. Analiza lo siguiente: ¿has tomado una decisión parecida antes?, ¿qué sentiste después de tomar esa decisión?, ¿hay algo que hubieras podido hacer distinto?
10.- ¿Cómo me sentiré después de decidir?
Sin duda esta es una de las respuestas más importantes, pues tu felicidad, salud y bienestar tienen que ser una prioridad, así que si las consecuencias de tu decisión no lo consiguen, o incluso arrastran resultados negativos para tu vida, lo mejor será que pienses un poco más detenidamente.
Tomar decisiones no es todo blanco y negro, solo necesitas invertir el tiempo suficiente para buscar en el fondo de ti mismo la respuesta correcta.
Con información de Entrepreneur.