Emociones

REFLEXIONES DE UNA PSICÓLOGA: “y eso que eres la psicóloga”

Por Paulina Márquez 

No sé por qué la gente tiene la idea errónea de que un psicólogo tiene una vida “perfecta”. Les asombraría saber el mundo de cosas que he hecho y vivido.

¿Que si soy enojona?, sí lo soy

¿Soy miedosa?, sí

¿Soy enamoradiza?, si

¿Soy reflexiva?, a ratos.

¿Soy escandalosa?, mucho, mi risa es de esas que se distinguen a dos cuadras de distancia

¿Soy impaciente?, a veces

….

Y así me puedo ir con una lista enorme de las normalidades en mi existencia. Hace poco le comentaba a un amigo mis problemas amorosos y cuando le expresé cuan interesante y económicamente redituable sería el libro que escribiera narrando mi historia, él solo se limitó a responderme “quien lo pensaría, y eso que eres la psicóloga”. En ese momento solo me reí y después reflexione sobre el peso que tenía esa frase en mí.

Para mi suerte ya no me hace tanto ruido como antes ese estigma de “y eso que eres la psicóloga”.  Afortunadamente no le he tenido miedo a mi vida y me he lanzado a vivir y ser como soy, esto –creo- ha traído cierta ventaja para mi crecimiento profesional pues las veces que he estado frente a un paciente y éste me platica su situación y por mera “casualidad” (sí, así entre comillado porque no creo que sean simples casualidades), he vivido lo mismo que él/ella, puedo COMPRENDER lo que me está contando. Puedo entender porqué no logra dejar esa relación que le hace daño, porque no basta con un: “cambia tu manera de pensar”, ante la depresión que lleva consigo, puedo comprender el miedo que le da el saber que puede necesitar tratamiento psiquiátrico, lo duro que es enfrentar la responsabilidad sobre los propios actos, entre muchas experiencias más que tengo gracias a ser perfectamente imperfecta, gracias a esos deslices que he tenido en mi vida que han llevado a tantas personas a decir: “y eso que eres psicóloga”.

Un pilar del enfoque psicoterapéutico que llevo es el experienciar las cosas y la verdad, aunque me han costado mis batallas el levantarme y aprender de cada situación que ha marcado mi vida, lo vale en todos los sentidos, gracias a ello puedo sentarme frente a mis pacientes y decirles con el corazón en la mano: “yo pasé por algo similar” y me atrevo a decir que en algunos casos, esto ha ayudado a dar una esperanza, a dar energía y si no, a mínimamente sentirse comprendidos, algo que para mí es clave en el proceso de psicoterapia.

Así que si un día me ves por la calle siendo una persona neurótica, noble, apasionada, “loca”, reflexiva, empática, o cualquier otro rasgo de mi esencia, que no te extrañe, esa también soy yo y aun así soy psicóloga, alguien que acompaña a sus pacientes en sus procesos desde su lado más humano.

marzo

Psc. Paulina Márquez

www.paulinamarquez.com 

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