SE BUSCAN MASCULINOS
Por Mirna Pineda
Hemos evolucionado poco, y sin embargo avanzamos.
En el tema de tecnología son notables los avances.
Pero en desarrollo humano pareciera que damos pasos de bebés.
A pesar de que cada vez más personas se unen a movimientos para aprender a perdonar, a soltar el dolor y resentimiento del pasado y sanar las heridas que carcomen el alma, hace falta más.
Urge un movimiento en la conciencia de los hombres, no del término genérico que se refiere a humanidad, sino el de los varones, caballeros, señores, jóvenes y niños.
Urge un compromiso de los masculinos para evolucionar.
Me consta que en esta búsqueda de cambio interior, son más las mujeres que tocan puertas buscando alternativas, dado que somos naturalmente más comunicativas, hay menos auto limitaciones.
Sin embargo es necesario de los padres, esposos, novios, hombres en fin, hagan cambios de paradigmas.
Lamento decirles que se están quedando atrás. Y su estancamiento produce retrasos sociales, frena iniciativas y políticas de evolución para la vida.
No es suficiente educarse para ejercer una profesión u oficio.
No es suficiente ser proveedor financiero de la familia.
Es necesario ser proveedor emocional, aprender a expresar las emociones sin arranques de rabia, sin golpes ni gritos, es urgente cortar cadenas de abuso físico, sexual y emocional, comprender el daño que ocasiona en las relaciones familiares el alcoholismo y el consumo de sustancias, aprender a comunicarse asertivamente, tratar con respeto y dignidad a su pareja porque es el modelo de relación que vivirán sus hijas e hijos.
Se requieren nuevas masculinidades.
Que se comprometan con su sexualidad y la ejerzan de manera responsable. Que asienten su virilidad en el respeto a cualquier mujer. Que puedan ser capaces de ver más allá del cuerpo físico, que comprendan que cuando le dicen NO, es NO.
Nuevos masculinos sensibles y solidarios ante el dolor, responsables de sus actos, capaces de pedir perdón.
Nuevos masculinos que aprendan a manejar sus emociones, que usen sus lagrimales con mayor frecuencia para desahogar el alma.
Nuevos masculinos que comprendan el daño que causa el machismo.
Masculinos que abracen y besen a sus hijos con frecuencia aunque ya están crecidos. Que comprendan la diferencia entre el castigo y la disciplina.
Que ejerzan su masculinidad con amor, tolerancia, respeto, integridad, paciencia y emotividad.
Confío en que se multipliquen, deseo que sean capaces de adquirir herramientas para transformar sus vida y evolucionar.
Sus madres, parejas, hijas, hermanas confiamos en que despierten del largo letargo que han heredado, que los ha mantenido al margen con un caparazón de hombres “machos de a caballo”.
Confío en que pidan ayuda, no porque sean débiles, sino para mantenerse fuertes, antes de que el destino los alcance.
Mirna Pineda